domingo, 1 de noviembre de 2015

Vía Verde Val de Zafán I, Teruel




Desde que leímos en el Facebook de Vías Verdes -Fundación de los Ferrocarriles Españoles la noticia de la inauguración de un nuevo tramo recuperado de la Vía Verde Val de Zafán, entre La Puebla de Híjar y Samper de Calanda, que teníamos ganas de recorrerla, y como somos de los que preferimos contarlo a que nos los cuenten, pues hacia allí que nos fuimos con nuestras bicicletas.






Nos desplazamos hasta el barrio de la Estación de La Puebla de Híjar, en la comarca del Bajo Martín de Teruel, allí mismo, en la estación de Adif, situada en la plaza Reino de Aragón, se encuentra el kilómetro cero de la Vía Verde Val de Zafán, hay bastante sitio para aparcar, un jardín con parque infantil, bar y el panel informativo de la ruta.





La línea de ferrocarril  Val de Zafán unía las localidades de La Puebla de Híjar con Tortosa. El propósito inicial era que la línea férrea llegara hasta el puerto de San Carles de la Rápita, para dar salida al mar a los productos agrícolas aragoneses y el carbón de las cuencas mineras turolenses, pero esto no sucedió nunca, ya que el proyecto no llego a su fin y el tren jamás llego al mar.




Los primeros 600 metros transcurren por la carretera que va paralela a la actual línea, dirección Jatiel, un desvío, bien señalizado, nos conduce por caminos agrícolas de tierra y piedras, de uso exclusivo a usuarios de la vía verde y acceso a fincas, hasta el comienzo del antiguo trazado de la vía férrea, pasado el kilómetro 2 de la Vía Verde.





Rodeados de campos de cultivo, frutales en su mayoría, llegamos al kilómetro 3, apenas pasado este comienza una larga trinchera que nos lleva hasta el llamado Puente de la Torica, un acueducto en la acequia Gaén erigido a raíz de la construcción de la vía férrea para salvar la trinchera del trazado ferroviario. El nombre de La Torica le viene del apodo con el que se conocía la locomotora de carbón que recorría esta línea.




Le sigue un túnel, sin iluminar, con catadióptricos en las paredes que ayudan en un principio reflejando la luz natural que entra por las bocas, pero que llegados a un punto, y teniendo en cuenta que el túnel es en curva y no se ve el otro extremo, ya no ayudan mucho. Mejor llevar linternas, a ser posible de las buenas, el túnel es largo, nada más salir de él se encuentra el kilómetro 4.







Llegados al kilómetro 5 el viaducto sobre el río Martín nos ofrece una excelente panorámica de Samper de Calanda. La silueta de la monumental iglesia barroca del Salvador, un templo de planta basilical de proporciones catedralicias, sobresale del resto del pueblo.





La antigua estación de Huerta de Samper, en estado de semi ruina, conserva uno de los depósitos de agua que alimentaban la vieja locomotora la Torica. 




El trazado recuperado continúa kilómetros en duro secano, con varios pasos inferiores y puentes hasta un poco antes de la antigua estación de Puigmoreno, pedanía de Alcañiz. Un pueblo de colonos rodeado de huertas y frutales.




Con un pavimento de piedras demasiado gruesas, rampas puntuales muy pronunciadas y otras dificultades con las que nos topamos como ciclistas, la hacen, a nuestro modo de ver y por el momento, no apta para personas con movilidad reducida.

Hace algunos años recorrimos otro de los tramos recuperados de esta larga vía, entre Xerta y la Fontcalda, entonces lo titulamos “Un viaje rodado que nos salió redondo”.

                
Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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domingo, 25 de octubre de 2015

Laguna de Gallocanta, Teruel-Zaragoza, Aragón

Como cada año, llegadas estas fechas, se repite el espectáculo, miles de aves llegan a la península de camino a otros lugares o para quedarse a pasar el invierno.



La Laguna de Gallocanta acoge cada año miles de ejemplares, en especial a las Grullas, un ave majestuosa, de patas largas y cuello fino, que puede alcanzar 1,2 metros de altura y una anchura, con las alas extendidas, de más de 2 m. Vuelan enormes distancias y van en bandadas formando una “V”. 





Situada a caballo entre Teruel y Zaragoza, en el Sistema Ibérico, en una planicie a 1000 metros sobre el nivel del mar, con un entorno montañoso, La Laguna de Gallocanta es una de las lagunas naturales más grandes de España, Reserva Natural, declarada Zona Especial de Protección de Aves y Humedal de Importancia Internacional.







Y allá que vamos nosotros, cual equipo del Hombre y la Tierra, con una humilde compacta de bolsillo, pero con la misma concienciación ecológica de admirar y preservar la naturaleza que Félix Rodríguez de la Fuente supo inculcar en toda una generación.

¡¡Gracias amigo Félix!! 





Comenzamos la visita acercándonos al Centro de Interpretación de la Laguna de Gallocanta, el situado en la población de Gallocanta, Comarca de Daroca, Zaragoza, centro que también alberga la oficina de comarcal de turismo.

Hay otro Centro de Interpretación en la provincia de Teruel, en Bello, Comarca del Jiloca.




Tras la visita al centro en el que, además de paneles explicativos, reproducción de aves y su habitad, audiovisual, etc., posee, en la segunda planta, una enorme cristalera encarada a la laguna con prismáticos a disposición de usuario. Entrada general 2€.






Ya con el mapa y la información facilitada por el personal del centro, nos acercamos hasta el primero de los observatorios. 
Hay distintas rutas y varios observatorios, la vuelta completa a la laguna es de 33 kilómetros, se puede recorrer caminando, en coche y en BTT. Está señalizado y son caminos y senderos en buen estado, con excepciones puntuales, barrizales mayormente.

El mejor punto para ver la llegada de las Grullas a sus dormideros al atardecer, según nos informaron en el centro, es el cerro de la ermita del Buen Acuerdo, momento excepcional para los amantes de la fotografía, los ornitólogos, aficionados o curiosos.




Nosotros con poca luz, en movimiento y con nuestra humilde cámara, no pudimos hacer otra que observar y disfrutar el momento con los sentidos. 
Contemplar al amanecer y al atardecer, la salida y la entrada de las aves de sus dormideros, con sus siluetas dibujadas en el cielo, es un espectáculo de belleza única.


Gallocanta es punto de sellado del Camino del Cid.




Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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martes, 20 de octubre de 2015

La Fageda d’en Jordà, Comarca de la Garrotxa, Girona




El hayedo, La Fageda d’en Jordà, es una de las 25 reservas naturales protegidas dentro del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa de Girona.





En la carretera GI-524, de Olot a Santa Pau, entre los kilómetros 3 y 4, se encuentra el Can Serra, una área dotada con: aparcamiento, mesas de picnic, zona de cobertura telefónica, carruajes de caballos, servicios, paneles informativos y punto de inicio de algunos de los sederos señalizados por La Fageda d’en Jordà.



El itinerario que nosotros escogimos fue el denominado:

Itinerario 2 "Sendero de Joan Maragall”, señalizado en azul. Un sendero de corto recorrido, 1,5 km., fácil de realizar en el que, en menos de media hora nos introduce en el corazón del hayedo y con el que rápidamente te empapas del encanto del entorno.








Tras cruzar la carretera por un paso inferior, el sendero asciende hasta el monolito dedicado al poeta Joan Maragall en el que está escrito el poema que le inspiro el hayedo. La ruta continúa bajando por una rampa que se convierte en escaleras y que nos adentra en el hayedo.







Aquí el ruido de la carretera ya no llega, solo se escucha el silencio, roto únicamente por el susurro de las hojas de los arboles al caer, el crujido de nuestras pisadas caminando sobre ellas y el canto de algún pájaro a lo lejos.





Las raíces retorcidas y al descubierto, tapizadas de musgos y yedras, le dan un aire de bosque encantado y encantados, y mucho, quedamos nosotros al recorrerlo.









Las hayas de La Fageda d’en Jordà crecen sobre la colada de lava del volcán del Croscat. Un terreno abrupto y lleno de abultamientos, tossols en catalán, formados tras la precipitación de la lava hace más de once mil años sobre una zona de humedales del río Fluvià, las burbujas del vapor y todo el proceso posterior dieron como resultado un terreno ondulado y pedregoso característico de La Fageda d’en Jordà, único en la península.


Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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lunes, 19 de octubre de 2015

Camprodon, Comarca del Ripollès, Girona





Nos parece fascinante, a nosotros, amantes de los puentes, que con solo remontar unos kilómetros el curso del río Ter, y tan cerca del formidable puente de Sant Joan de les Abadesses, se encuentre esta joya de puente románico, el Pont Nou de Camprodón.






Camprodon está situado a 964 m. de altitud, en el valle del mismo nombre, Valle de Camprodon, en el Pirineo gerundense, dentro de la comarca del Ripollés, en la confluencia del río Ter con su afluente el Ritort que pasan, ya unidos, por debajo de su espectacular puente, símbolo de la población. 





Puente con cinco arcos de medio punto, uno de gran anchura, por donde corre el agua, otros tres mucho menores situados a un lado y el quinto entrada al casco antiguo del tráfico rodado. Posee una torre vigía, entrada al pueblo amurallado. El puente de Camprodon está declarado Monumento Histórico-Artístico.









Camprodon es cuna del compositor Isaac Albéniz, la casa donde nació y vivió el pianista se ha convertido en el Museu d’Isaac Albéniz, edificio que también alberga la oficina de turismo, muy cerca del Pont Nou.





Aunque la imagen clásica de Camprodon es su puente, no hay que dejar de visitar la plaza de la Vila; admirar las casas de colores colgadas sobre el río o dar un garbeo por la calle València, llena de comercios; El monasterio de San Pere, de sobria arquitectura; La iglesia gótica de Santa María. Las casas señoriales del casco antiguo y las villas modernistas construidas como segundas residencias.









El entorno de Camprodon está lleno de parajes y paisajes con encanto.







Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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domingo, 18 de octubre de 2015

Sant Joan de les Abadesses, Comarca del Ripollés, Girona


No se nos ocurre mejor hora para llegar a San Joan de les Abadesses que las doce del mediodía. Entrar en la población atravesando ese magnífico puente sobre el río Ter, con el volteo de campanas resonando en la villa como si de un gran recibimiento se tratara, pone los pelos de punta a cualquiera.





Sant Joan de les Abadesses está situada en la Comarca del Ripollès, a 775m de altitud, mirador excelente de la Sierra Caballera. 





Debe su renombre al monasterio allí fundado por Guifré el Pelós en el siglo IX. En su interior se conserva una de las joyas románicas más importantes de la península, el Santísimo Misterio, un grupo escultórico que representa el Descendimiento de Cristo de la Cruz, consta de siete figuras de tamaño natural y gran realismo.




Tras pasar el Puente Viejo nos encontramos con la iglesia de Sant Pol, iglesia alrededor de la cual creció el primer núcleo urbano, actualmente es un espacio pedagógico del proceso constructivo de las iglesias de la época. 







Nos adentrarnos en la población y nos dirigimos a la oficina de turismo, situada junto al monasterio, en el Palacio de la Abadía, en su interior se encuentra el Centro de Interpretación de Mito del Conde Arnau*, uno de los personajes más fascinantes de la historia de Cataluña, entrada 2,50. Una exposición permanente de maquetas del románico “Una vuelta por el Ripollès”. Y un pequeño y bello claustro en cuyos capiteles esta labrado el escudo del Abad, entrada gratuita





Continuamos visitando el monasterio, que, además del grupo escultórico de madera policromada el Santísimo Misterio que preside el ábside central de la iglesia, posee un bonito y esbelto claustro gótico, construido después de que un terremoto derrumbase el anterior claustro románico y parte de la iglesia. Del antiguo claustro se conservan tres arcadas de medio punto situadas en un lateral de la galería. Entrada 3 €: Claustro, iglesia y museo.









En la oficina de turismo nos facilitaron el plano de la villa y nos recomendaron seguir el itinerario monumental por el centro histórico marcado en él. Así pues es lo que hicimos: Plaza Mayor porticada, plaza de la Abadesa Emma y la fuente de los Mexicanos, la Era de Serralta, una era cerrada con pajar con arcada gótica, el parque de las murallas… Acabamos en el Pont Vell, reconstruido en dos ocasiones. El primero, de estilo románico, fue destruido por el terremoto y reemplazado por uno gótico, con una arcada muy esbelta que lo convirtió en el puente gótico con más luz de España. Dinamitado al final de la Guerra Civil, fue reconstruido en 1976 con la gran bóveda gótica y las arcadas románicas.









*El Conde Arnau fue un rico noble que por sus pecados, como relacionarse con una abadesa o no liquidar los pagos prometidos, fue condenado eternamente a cabalgar como alma en pena sobre un caballo negro al que le salen llamas por la boca y los ojos.

Dice la leyenda que, en noches de tormenta, el espíritu del Conde Arnau cabalga con su caballo negro por las montañas cercanas a la Abadía…. 





En el siguiente enlace podéis escuchar la canción del Comte Arnau interpretada por Joan Manuel Serrat.





  

Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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