Desde que leímos en el Facebook de Vías Verdes -Fundación de los Ferrocarriles Españoles la noticia de la inauguración de un nuevo tramo recuperado de la Vía Verde Val de Zafán, entre La Puebla de Híjar y Samper de Calanda, que teníamos ganas de recorrerla, y como somos de los que preferimos contarlo a que nos los cuenten, pues hacia allí que nos fuimos con nuestras bicicletas.
Nos desplazamos hasta el barrio de la Estación de La Puebla de Híjar, en la comarca del Bajo Martín de Teruel, allí mismo, en la estación de Adif, situada en la plaza Reino de Aragón, se encuentra el kilómetro cero de la Vía Verde Val de Zafán, hay bastante sitio para aparcar, un jardín con parque infantil, bar y el panel informativo de la ruta.
La línea de ferrocarril Val de Zafán unía las localidades de La Puebla de Híjar con Tortosa. El propósito inicial era que la línea férrea llegara hasta el puerto de San Carles de la Rápita, para dar salida al mar a los productos agrícolas aragoneses y el carbón de las cuencas mineras turolenses, pero esto no sucedió nunca, ya que el proyecto no llego a su fin y el tren jamás llego al mar.
Los primeros 600 metros transcurren por la carretera que va paralela a la actual línea, dirección Jatiel, un desvío, bien señalizado, nos conduce por caminos agrícolas de tierra y piedras, de uso exclusivo a usuarios de la vía verde y acceso a fincas, hasta el comienzo del antiguo trazado de la vía férrea, pasado el kilómetro 2 de la Vía Verde.
Rodeados de campos de cultivo, frutales en su mayoría, llegamos al kilómetro 3, apenas pasado este comienza una larga trinchera que nos lleva hasta el llamado Puente de la Torica, un acueducto en la acequia Gaén erigido a raíz de la construcción de la vía férrea para salvar la trinchera del trazado ferroviario. El nombre de La Torica le viene del apodo con el que se conocía la locomotora de carbón que recorría esta línea.
Rodeados de campos de cultivo, frutales en su mayoría, llegamos al kilómetro 3, apenas pasado este comienza una larga trinchera que nos lleva hasta el llamado Puente de la Torica, un acueducto en la acequia Gaén erigido a raíz de la construcción de la vía férrea para salvar la trinchera del trazado ferroviario. El nombre de La Torica le viene del apodo con el que se conocía la locomotora de carbón que recorría esta línea.
Le sigue un túnel, sin iluminar, con catadióptricos en las paredes que ayudan en un principio reflejando la luz natural que entra por las bocas, pero que llegados a un punto, y teniendo en cuenta que el túnel es en curva y no se ve el otro extremo, ya no ayudan mucho. Mejor llevar linternas, a ser posible de las buenas, el túnel es largo, nada más salir de él se encuentra el kilómetro 4.
Llegados al kilómetro 5 el viaducto sobre el río Martín nos ofrece una excelente panorámica de Samper de Calanda. La silueta de la monumental iglesia barroca del Salvador, un templo de planta basilical de proporciones catedralicias, sobresale del resto del pueblo.
La antigua estación de Huerta de Samper, en estado de semi ruina, conserva uno de los depósitos de agua que alimentaban la vieja locomotora la Torica.
El trazado recuperado continúa kilómetros en duro secano, con varios pasos inferiores y puentes hasta un poco antes de la antigua estación de Puigmoreno, pedanía de Alcañiz. Un pueblo de colonos rodeado de huertas y frutales.
Con un pavimento de piedras demasiado gruesas, rampas puntuales muy pronunciadas y otras dificultades con las que nos topamos como ciclistas, la hacen, a nuestro modo de ver y por el momento, no apta para personas con movilidad reducida.
Hace algunos años recorrimos otro de los tramos recuperados de esta larga vía, entre Xerta y la Fontcalda, entonces lo titulamos “Un viaje rodado que nos salió redondo”.
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