domingo, 25 de octubre de 2015

Laguna de Gallocanta, Teruel-Zaragoza, Aragón

Como cada año, llegadas estas fechas, se repite el espectáculo, miles de aves llegan a la península de camino a otros lugares o para quedarse a pasar el invierno.



La Laguna de Gallocanta acoge cada año miles de ejemplares, en especial a las Grullas, un ave majestuosa, de patas largas y cuello fino, que puede alcanzar 1,2 metros de altura y una anchura, con las alas extendidas, de más de 2 m. Vuelan enormes distancias y van en bandadas formando una “V”. 





Situada a caballo entre Teruel y Zaragoza, en el Sistema Ibérico, en una planicie a 1000 metros sobre el nivel del mar, con un entorno montañoso, La Laguna de Gallocanta es una de las lagunas naturales más grandes de España, Reserva Natural, declarada Zona Especial de Protección de Aves y Humedal de Importancia Internacional.







Y allá que vamos nosotros, cual equipo del Hombre y la Tierra, con una humilde compacta de bolsillo, pero con la misma concienciación ecológica de admirar y preservar la naturaleza que Félix Rodríguez de la Fuente supo inculcar en toda una generación.

¡¡Gracias amigo Félix!! 





Comenzamos la visita acercándonos al Centro de Interpretación de la Laguna de Gallocanta, el situado en la población de Gallocanta, Comarca de Daroca, Zaragoza, centro que también alberga la oficina de comarcal de turismo.

Hay otro Centro de Interpretación en la provincia de Teruel, en Bello, Comarca del Jiloca.




Tras la visita al centro en el que, además de paneles explicativos, reproducción de aves y su habitad, audiovisual, etc., posee, en la segunda planta, una enorme cristalera encarada a la laguna con prismáticos a disposición de usuario. Entrada general 2€.






Ya con el mapa y la información facilitada por el personal del centro, nos acercamos hasta el primero de los observatorios. 
Hay distintas rutas y varios observatorios, la vuelta completa a la laguna es de 33 kilómetros, se puede recorrer caminando, en coche y en BTT. Está señalizado y son caminos y senderos en buen estado, con excepciones puntuales, barrizales mayormente.

El mejor punto para ver la llegada de las Grullas a sus dormideros al atardecer, según nos informaron en el centro, es el cerro de la ermita del Buen Acuerdo, momento excepcional para los amantes de la fotografía, los ornitólogos, aficionados o curiosos.




Nosotros con poca luz, en movimiento y con nuestra humilde cámara, no pudimos hacer otra que observar y disfrutar el momento con los sentidos. 
Contemplar al amanecer y al atardecer, la salida y la entrada de las aves de sus dormideros, con sus siluetas dibujadas en el cielo, es un espectáculo de belleza única.


Gallocanta es punto de sellado del Camino del Cid.




Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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