Castellote Villa Templaria, Maestrazgo turolense
Tras pasar el túnel nos damos cuenta que la montaña que acabamos de atravesar es la misma en la que se asienta el Castillo y en sus faldas el pueblo.
Castellote fue villa templaria, los caballeros templarios fueron los señores de estas tierras durante todo el siglo XIII. La encomienda templaria de Castellote fue de las más importantes de la Corona de Aragón.
El castillo, de grandes dimensiones y de planta irregular, está situado en un terreno rocoso y abrupto. Testigo de cruentas batallas, no fue hasta las guerras carlistas que quedo en estado ruinoso, tras un bombardeo que lo dejo en el estado que se encontraba antes de proceder a su reciente restauración.
El paseo por la villa es casi obligado si queremos llegar hasta el castillo, de camino veremos; el ayuntamiento, con su lonja de arquerías. El abrevadero. La fuente, con una escultura gótica. La ermita de la Virgen del Agua, junto al Torreón Templario, y la iglesia parroquia de San Miguel, del gótico levantino.
Al llegar aquí, nos daremos cuenta de la altura que vamos alcanzando y la que nos falta todavía hasta alcanzar el castillo, seguiremos hasta llegar arriba por calles empedradas. Tras pasar lo que en el pasado fue un puente levadizo, entraremos en el castillo, en el que podremos ver los restos de la torre del homenaje, y lo que fue la sala capitular, de arquitectura románica, además de restos de aljibes y unas vistas de vértigo, nos daremos cuenta entonces de la importancia del emplazamiento, casi inexpugnable.De camino nos podemos desviar para acercarnos hasta el acueducto que se encuentra en la parte de atrás.
Toda la Villa fue declarada en 2007, Bien de Interés Cultural por el gobierno de Aragón.
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La encomienda templaria de Castellote fue de las más importantes de la Corona de Aragón. Los templarios fueron los señores de estas tierras durante todo el siglo XIII.
Castellote está situado a 779 metros de altitud, en el tercio oriental de la provincia de Teruel, a 121 km de la capital y a tan solo 45 de Alcañiz.
Si llegamos a Castellote por la carretera A-226, procedentes de Alcañiz, en la última curva antes de entrar en el túnel, tendremos la necesidad de parar el coche y admirar el paisaje, la ermita del Llovedor, al otro lado de la carretera, está enclavada en un conjunto de formaciones geológicas impresionantes y encajonada entre rocas, también, y sin ninguna dificultad, podremos ver sobrevolando a los buitres que en ellas anidan y a las cabras hispánicas bajar hasta los mismos márgenes de la carretera.
Tras pasar el túnel nos damos cuenta que la montaña que acabamos de atravesar es la misma en la que se asienta el Castillo y en sus faldas el pueblo.
Castellote fue villa templaria, los caballeros templarios fueron los señores de estas tierras durante todo el siglo XIII. La encomienda templaria de Castellote fue de las más importantes de la Corona de Aragón.
El castillo, de grandes dimensiones y de planta irregular, está situado en un terreno rocoso y abrupto. Testigo de cruentas batallas, no fue hasta las guerras carlistas que quedo en estado ruinoso, tras un bombardeo que lo dejo en el estado que se encontraba antes de proceder a su reciente restauración.
Castellote fue una importante plaza de la Orden del Temple, en su castillo los caballeros resistieron más de lo que se esperaba, cuando se ordeno la disolución del Temple, su comendador, Guillém de Villalva, se mantuvo firme ante los asedios y ataques del rey Jaime II, resistiendo durante un año.
La historia es muy larga y no os la vamos a contar toda ahora, existe en Castellote un centro de interpretación de los Templarios en el Maestrazgo, situado en un torreón de vigilancia medieval que en el pasado estuvo destinado a calabozo, en el que repartido entre sus cinco plantas, de una manera ágil y amena, podremos recorrer la historia que los Templarios del Maestrazgo escribieron por estas tierras, haciendo un repaso desde los inicios de la orden; su periodo de más auge, sus construcciones, la defensa, su tecnología y sus finanzas que tan poderosos los hicieron. En definitiva, en el Torreón Templario de Castellote, tenemos los interesados por todo lo relacionado con estos caballeros, un lugar más que interesante para visitar.
El paseo por la villa es casi obligado si queremos llegar hasta el castillo, de camino veremos; el ayuntamiento, con su lonja de arquerías. El abrevadero. La fuente, con una escultura gótica. La ermita de la Virgen del Agua, junto al Torreón Templario, y la iglesia parroquia de San Miguel, del gótico levantino.
Al llegar aquí, nos daremos cuenta de la altura que vamos alcanzando y la que nos falta todavía hasta alcanzar el castillo, seguiremos hasta llegar arriba por calles empedradas. Tras pasar lo que en el pasado fue un puente levadizo, entraremos en el castillo, en el que podremos ver los restos de la torre del homenaje, y lo que fue la sala capitular, de arquitectura románica, además de restos de aljibes y unas vistas de vértigo, nos daremos cuenta entonces de la importancia del emplazamiento, casi inexpugnable.De camino nos podemos desviar para acercarnos hasta el acueducto que se encuentra en la parte de atrás.
Para la subida al castillo es recomendable llevar calzado de montaña, pues aunque todo el trayecto se encuentra señalizado y acondicionado, es un camino muy empinado y en algunos tramos es montaña pura y dura, dura como la roca en la que se encuentra.
Toda la Villa fue declarada en 2007, Bien de Interés Cultural por el gobierno de Aragón.
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