Vilafranca es una localidad del interior de la provincia de Castellón, en la comarca Els Ports, lindando con la provincia de Teruel, situada en un altiplano a 1125m. sobre el nivel del mar, en el Sistema Ibérico, su término es montañoso y abrupto.
Con un pasado y un presente industrial, dedicado a una importante factoría textil y también maderera, Vilafranca no es el típico pueblo de interior, en ella se aprecian dos núcleos urbanos bien diferenciados, el casco histórico y la parte moderna, como describen en su folleto turístico; como si fueran un pueblo y una pequeña ciudad.
En otra época fue una población fortificada de la que solo se conserva el Portal de Sant Roc. La iglesia fortificada de Santa María de la Magdalena, es un templo plateresco, donde se combinan en perfecta armonía elementos góticos-renacentistas. El edificio del ayuntamiento conserva en una de sus salas un retablo gótico, una de las joyas que viajaron hasta Ginebra cuando la guerra, luego al Prado y finalmente regreso a Vilafranca. La antigua Lonja gótica, actual "Museu de la Pedra en Sec", en su interior atesora uno de los hornos góticos más antiguos de la Comunidad Valenciana. Casas blasonadas y rincones encantadores se reparten por el casco antiguo.
En la época de la industrialización también llego hasta aquí el modernismo del que se conservan varias casas, como el edificio El Moderno, chafan de la avd. Castellón con la avd. Losar, la Casa de Julio Monfort, la Casa de Álvaro Monfort y la Farmacia.
A unos 6 kilómetros de Vilafranca se encuentra La Puebla del Bellestar, también conocida como La Pobleta de San Miguel, en el linde con La Iglesuela, formando “frontera” con Teruel. La Puebla del Bellestar es el núcleo fundacional de Vilafranca, el 7 de febrero de 1.239 Blasco de Alagón otorgaba la “Carta Pobla del Riu de les Truites”. La Carta Puebla permite la creación de una villa “franca y libre”. Declarada conjunto histórico artístico, está formada por varias masías, un molino, situado junto al cauce del río, la ermita de San Miguel, antigua parroquia de la Vila, una torre, la mayor del territorio, y un puente gótico de un solo ojo que salva el cauce del río de las Truchas por el que, según cuentan las crónicas, cruzo el rey aragonés Jaime I para conquistar el reino de Valencia.
El Santuario de la Virgen del Llosar es otro de los puntos emblemáticos de Vilafranca, situado a 2km. de la población, en la misma carretera que va a La Puebla del Bellestar y a La Iglesuela. Un conjunto que está formado por la ermita, anexa a ella la hospedería, en frente el porche y alrededor viviendas y corrales.
Esta técnica está presente por toda la zona, tanto en Els Ports, como en el Maestrazgo. En la vecina localidad turolense de La Iglesuela del Cid, tienen una ruta senderista señalizada, un itinerario circular de un par de horas en el que podemos disfrutar de al menos un ejemplo de cada uno de los diferentes tipos de construcción realizados con esta técnica.
La técnica de Piedra en seco ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco
La antigua Lonja gótica, frente de la iglesia de Vilafranca, actualmente alberga el Museo de la Piedra en Seco; paneles, maquetas, recreaciones y proyecciones, junto con herramientas y modelos constructivos, nos ayudan a comprender el paisaje de piedra de este territorio.
Villafranca es punto de sellado del salvoconducto del Camino del Cid, dentro del anillo de Morella.