domingo, 5 de mayo de 2013

Castillo de Miravet, Tarragona

                


Llegar al Castillo de Miravet atravesando el río Ebro con el Pas de Barca es, sin duda alguna, la forma más rápida de llegar, ya que el puente más cercano se encuentra en Mora d´Ebre.

El paso de barca es un transbordador que permite cruzar el río Ebro desde la carretera C-12 a Miravet y viceversa. La embarcación está formada por dos «llaguts», barcas típicas del Ebro, unidas por una plataforma en la que caben hasta tres coches. Funciona sin motor, simplemente aprovechando la fuerza del agua y la pericia del barquero.

Durante la travesía se nos viene a la mente cuán difícil debió de ser tomar esta plaza en tiempos de Abd-al-Rahman III, cuando el río Ebro no contaba con embalses para controlar su caudal. Aún hoy en día nos mantienen en vilo sus crecidas al menos un par de veces al año.




El Castillo de Miravet está situado en un emplazamiento excepcional, en el meandro de Tamarigar, sobre un cerro rocoso, a una altura de unos 100 metros sobre el río Ebro desde el que se domina todo el territorio; la población y lo más importante, el río, vía de comunicación desde el mar mediterráneo al interior de la península Ibérica. De origen musulmán y reformado posteriormente por los templarios para adaptarlo a sus necesidades de castillo- convento, su estado de conservación es bueno. Un lugar muy interesante para los amantes de los castillos, de la historia y de los templarios.





El Castillo de Miravet está dentro de la «Ruta Domus Templi» un recorrido por el legado de la orden del temple en las tierras de los ríos; Cinca, Segre y Ebro, tierras de la Corona de Aragón. Un itinerario por el patrimonio arquitectónico e histórico en tierras de Aragón, Cataluña y Valencia.

Cuenta una leyenda que cada 28 de diciembre, a las doce de la noche, sale el fantasma del Maestre de los Caballeros templarios. Mientras recorre la fortaleza va convocando a los caballeros para continuar la conquista, al no encontrar a nadie vuelve decepcionado a su tumba hasta el año siguiente.



En cuanto a la población de Miravet, el casco antiguo es un entramado de casas que se asoman al río repartidas por un terreno escarpado y abrupto. Casas antiguas, bonitos rincones, marcas de crecidas del río y miradores desde los que observar la flora y la fauna que, por su interés, están protegidas es esta zona del río.

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Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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