jueves, 4 de julio de 2013

Minas de Azufre de Libros, Comarca de Teruel


En nuestra reciente escapada al Barranco de Los Amanaderos, en Riodeva, en el trayecto de regreso, tomamos la carretera TE-V-6012 que se dirige a la N-330. Entre los kilómetros 4 y 5 vimos un panel y la silueta de un dinosaurio pequeño de hierro oxidado que llamo nuestra atención, por lo que no dudamos en retroceder y ver de qué se trataba. Así, por casualidad, nos topamos con las Minas de Azufre de Libros, que no estaban en nuestros planes de ruta pero que resultaron ser una visita de lo más interesante.




Las Minas de Azufre de Libros tuvieron su época dorada a finales del siglo XVIII, años en los que se inicio su explotación, la cual duro de manera intermitente hasta 1889. Más tarde, ya en el siglo XX, la Industria Química Zaragozana se encargo de su utilización hasta que en 1956 las minas se cerraron definitivamente.


                                Fotos ermita de la Mina, exterior  interior



En la época de máxima producción las minas contaban con más de dos mil obreros, muchos más que el propio pueblo de Libros

Entre las ruinas que se encuentran en el lugar están las de los edificios de la escuela, el cuartel de la guardia civil, el hospital, la panadería, la carnicería, el economato, las casas de los directivos y varias tascas. Estos edificios fueron demolidos al cerrar la explotación.

 La iglesia y algunas casas-cueva aun se conservan, y es lo que se puede visitar en la actualidad, así como la entrada a la mina.




Al principio de la explotación los mineros construían sus propias viviendas a modo de casas-cueva, excavadas en la roca, hay contabilizadas 130, que en su mayor parte disponían de sala-comedor, una o dos alcobas y la cocina, que se situaba cerca de la entrada, y algunas tenían estancias para el ganado.




Nos sorprendió mucho que algunas de las casas-cueva están restauradas, amuebladas y con enseres, como un piso piloto, listas para entrar a vivir. Esto es gracias a un Señor llamado Julián Martínez “El Francés” que se ha dedicado a ello siguiendo las pautas y características que le han sido transmitidas por familiares de los mineros.


En todas las casas-cueva que entramos, sobre una mesa y sujeto con un cenicero o similar a modo de pisapapeles, hay un papel manuscrito que informa de; que numero de cueva se trata, que pertenecen al ayuntamiento de Libros y que han sido restaurada y decorada por el mencionado Sr. Julián, el cual firma el citado papel y nos invita a dejar nuestras impresiones en la libreta que se encuentra en la misma mesa acompañada de un bolígrafo.

La ruta de la visita esta señalizada con unos hombrecillos con silueta de excursionista; con gorra, mochila y bastón, realizada en chapa de hierro oxidado. No se paga entrada, ni hay nadie vigilando, ni puertas que cierren los accesos.






Las Minas de Azufre de Libros están consideradas uno de los yacimientos paleontológicos más importantes de la provincia, y son conocidas internacionalmente por los hallazgos de ranas fosilizadas en un excelente estado de conservación. Los fósiles de ranas hallados, con más de diez millones de años de antigüedad, forman parte de las colecciones paleontológicas de museos en medio mundo. 

Si os interesa saber más sobre las Ranas de Libros, leed el siguiente enlace:


Recientemente ha realizado sondeos una empresa de fertilizantes que, en el caso de que los resultados sean óptimos, reabriría la mina, lo cual supondría para la zona un impulso económico importante, ya que se calcula que daría empleo directo a unas cuarenta personas. 
Libros es uno de esos pueblos en los que se ha cerrado la escuela por falta de niños.




 En los paneles informativos se advierten del peligro que tiene adentrarse en las minas abandonadas. No olvidéis que la seguridad es lo primero.


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Los Amanaderos de Riodeva


Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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