¿El cañón del Colorado? ¿El lejano oeste? ¡No! La Rambla Barrachina de Teruel
En las inmediaciones de Teruel nos encontramos con un paisaje que bien podría ser de otro continente, un lugar con un halo mágico, un lugar para perderse durante unas horas.
Saliendo de Teruel por la N-330, dirección Cuenca, a poco más de 2 kilómetros a mano derecha, entre los kilómetros 299 y 298, nos encontramos con un paisaje que bien podría servir de escenario para una película de indios y vaqueros, un lugar con un encanto especial, La Rambla Barrachina.
El paisaje cambia de color según las horas del día, el sol incide en las arcillas, en los grandes mallos y en las paredes verticales que tanto nos recuerdan al Gran Cañón del Colorado, en el que nunca hemos estado pero, que tantas veces hemos visto en las películas.
La imaginación vuela libre igual que esos buitres, el Séptimo de Caballería se nos viene a la cabeza, los indios Sioux, Toro Sentado y sin darnos ni cuenta vamos silbando la banda sonora de "El bueno, el malo y el feo". De pronto nos asalta una duda... ¿estamos en el siglo XXI? ¿Estamos en la península Ibérica?
A lo lejos cuatro jinetes se nos están acercando, al llegar a su altura, casi instintivo y sin darnos cuenta les saludamos:
- ¡Hao! ¿Dónde ir este camino?
- A los que nos contestan, no sin poco cachondeo -¡Hao Forasteros! todo recto llegar a Teruel.
- Gracias, por un momento pensábamos que nos encontrábamos en Arizona.
Después de unas risas y de comentar las peculiaridades del lugar nos despedimos de ellos.
Es un paisaje diferente, simplemente espectacular y con unas posibilidades fotográficas enormes para los aficionados a ellas. Echarle imaginación y ya veréis.......