jueves, 31 de julio de 2014

Valencia

 De turismo por Valencia en bicicleta 


Llegamos a Valencia en coche, y lo hacemos por la zona norte, por Alboraya.

Alboraya es una localidad muy próxima a la capital, situada al norte de la misma y rodeada de huertas, donde el cultivo rey es la chufa.

La chufa es un pequeño tubérculo con el cual se elabora la horchata, un liquido blanquecino del cual el Rey Jaime I dijo al probarlo «¡Axo es or, xata!» -¡esto es oro, chata!-  y a eso hemos venido nosotros a Alboraya, a hacer una cata de Horchata, y como venimos informados lo haremos en dos sitios diferentes; en Casa Toni, en el casco antiguo, frente al mercado municipal, y en la Horchateria Daniel, en la zona nueva, frente a la parada de metro, mucho más grande y con fotos en las paredes de visitantes ilustres.

Después de saciar nuestro apetito, y curiosidad, con un resultado de empate a diez, descargamos nuestras bicicletas, las ponemos a punto y a rodar ¿destino?¡Valencia!





En el sur de Alboraya hay una avenida con todo un carril bici a nuestra disposición. No sabríamos decir cuántos kilómetros de avenida hay, sí que cambia de nombre en varias ocasiones, y que en el tramo de Alboraya se llama Avenida de la Horchata.







Entramos en Valencia por la puerta grande ¡Y tan grande!  Por la Puerta de Serranos, estas imponentes torres nos recuerdan mucho a las del Monasterio de Poblet,  y es porque se inspiraron en la Puerta Real del Monasterio para construirlas, pero, dándoles un tamaño mucho mayor.



     Torres de Serranos

Atravesando el puente nos sentimos como el Cid Campeador o el mismísimo Jaime I, entrando triunfantes después de conquistar tan bella ciudad, y es que, Valencia, siempre fue un bombón codiciado.

Las torres son visitables, 2€ cuesta la entrada. Desde lo alto, la ciudad y el antiguo cauce del río Turia a nuestros pies.

Seguimos nuestro trayecto por el Carrer dels Serrans, una calle llena de locales donde echar un trago y comer algo, pero nosotros llevamos los depósitos todavía llenos.

Llegamos al Palacio de la Generalitat, donde están los gerifaltes, lleno de cámaras de seguridad y guardias en las puertas, creemos que no es visitable, así que lo admiramos por fuera rapidito y seguimos pedaleando hacia la Plaza de la Virgen.

Toda esta zona es peatonal y está muy concurrida, por lo que nos apeamos de nuestros velocípedos y continuamos caminando junto a ellos ¡chino chano!



    Fuente Río Turia    

En esta plaza siempre hay mucha gente y palomas alrededor de la Fuente del Turia, en ella también está la Basílica de la «Cheperudeta», como llaman cariñosamente los valencianos a la Virgen de los Desamparados.  La puerta de los Apóstoles de la catedral, en la que se celebra el Tribunal de las Aguas, también da a esta plaza. Todos los jueves, a las 12h, se realiza este acto que lleva celebrándose ininterrumpidamente desde hace más de mil años. Declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.



      El Micalet


Continuamos con nuestra ruta y nos dirigimos a la Plaza de la Reina, para acceder al interior de la Catedral y subir los 200 escalones hasta llegar a la terraza donde se encuentra El Micalet, una de las campanas más grandes de la península, el nombre le viene por la campana llamada Miquel, santo que tenía la obligación de proteger la ciudad de tormentas y otros males. Una escalera de caracol, que se va estrechando tal como se va remontando, y que dispone de semáforo para regular el tráfico, es el acceso a ella. 



    Plaza de la Reina 

Desde lo alto las vistas son magnificas, en días claros se ve el infinito y mas allá. Entrada; 2€ campanario, 4,50 € Catedral, muy interesante toda ella, en especial la Capilla del Santo Cáliz.


   ↑ Retablo de alabastro, Capilla del Santo Cáliz 

Proseguimos con el itinerario hacia la iglesia de Santa Caterina y su bonita torre, de la que hay una vista magnifica desde la Calle Paz, por la cual continuaremos hacia la “Milla de oro de Valencia”, en las inmediaciones del Palacio del Marqués de Dos Aguas.




   ↑ Edificio de Correos

De nuevo pedaleando damos una vuelta completa a la gran Plaza del Ayuntamiento. Nos adentramos por callejuelas estrechas y muy cuidadas, llenas de locales -algunos con encanto- en los que tapear o comer, sobre todo en los aledaños de la Plaza Redonda, restaurada no hace mucho. 



   ↑ Plaza Redonda

Nos dirigimos ahora hacia el Mercado Central, un edificio modernista digno de ver, tanto por fuera como por dentro. Después, la magnífica Lonja de la Seda, Patrimonio de la Humanidad. La monumentalidad de las columnas de la Sala de Contrataciones, es la imagen mas conocida de este edificio, obra maestra del gótico civil valenciano. Entrada: 2€ general, 1€ reducida, gratuita domingos y festivos.


     ↑ Mercado Central


Todavía queda mucha Valencia; la Estación del Norte, el Mercado de Colón, el viejo cauce del río; sus puentes y el parque de Gulliver, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el BIOPARC, la Albufera y muchos, muchos palacios e iglesias….No cabe todo aquí, se haría largo y aburrido de leer, y no es esa nuestra intención, Valencia es para disfrutarla, y más si se hace en bici; un medio rápido, silencioso, divertido, saludable y económico, ideal en desplazamientos cortos urbanos.


   ↑Lonja de la Seda 



   ↑ Salón de Contrataciones Lonja de la Seda 


Valencia es punto de sellado del Camino del Cid.




↑ Ciudad de las Artes
                                              

Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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