viernes, 19 de octubre de 2012

Tronchón, Maestrazgo, Teruel

Decir Teruel, Maestrazgo y Queso, es decir Tronchón

Un pueblo pintoresco, agradable, tranquilo y encantador



Entre las montañas del Maestrazgo se encuentra Tronchón, uno de esos pueblos turolenses donde el tiempo parece detenerse.

Situado en la muela de Monchén, en el Sistema Ibérico, a más de 1000 m. de altitud se alza este pequeño pueblo fronterizo con tierras del Maestrazgo castellonense.

Pio Baroja afirmaba que, la comarca del Maestrazgo, era la más bella de España.


Tronchón se encuentra a poco más de 100 km. de Teruel, saliendo por la N-420, tomando después la A-226 y tras pasar Fortanete y seguir por la A-1702, se encuentra Tronchón.

Tronchón fue reconquistada por Alfonso II y posteriormente pasó a la orden del temple tras su incorporación a la encomienda templaría de Cantavieja

Desempeño un papel fronterizo muy importante. Estuvo rodeado por un recinto amurallado del que quedan torreones y algunas puertas de acceso a la población, como el portal de la Val; la puerta de Santa Bárbara, que es un portal capilla, y el portal de San Miguel, que es el que da acceso a la villa y nos lleva hasta la Plaza del Collado.





Al igual que Cantavieja y el resto del Maestrazgo, Tronchón fue fundamental en el desarrollo de las guerras de la Independencia y Carlistas.

El conjunto urbano de Tronchón es de gran belleza, gracias a que se ha sabido conservar la arquitectura popular. Nada mas entrar en la Plaza del Collado nos damos cuenta de ello, aquí se conserva una de las dos cárceles que tubo Tronchón en su época y justo a su lado, los lavaderos, muy bien conservados. 

Desde 1983 todo el conjunto histórico artístico esta declarado como Bien de Interés Cultural (BIC).

Recomendamos a todo aquel que se acerque a Tronchón que vaya bien atento, pues cada esquina, balcón o plaza es un bello rincón en el que fijarse.

Siguiendo con nuestro paseo por Tronchon nos dirigimos a la plaza de la iglesia, alrededor de la cual creció el pueblo y en la que se encuentran los edificios mas representativos de la localidad, en ella se hallan; la iglesia parroquial en honor de Santa María Magdalena, del S.XVI-XVII, en la que destaca su bello campanario de piedra barroco. El edificio del ayuntamiento, de la misma época que la iglesia, con grandes aleros decorados con formas geométricas y figuras de animales, y en sus bajos la lonja.

En una esquina de la plaza restos del castillo y de la segunda cárcel con la que contaba Tronchón, la más antigua del Maestrazgo, en su interior todavía se pueden ver los grilletes y los grafitis que pintaron los presos, el suelo es la propia roca en la que está asentado el edificio. 

En la calle Hondonera casas solariegas como la Casa Rectoral, la Casa Monforte y algunas más. Hermosas casas guardadas intramuros.





El atractivo patrimonial de Tronchón es indudable, pero por lo que más lo conocemos es por su afamado Queso, que ya Don Cervantes nos lo nombraba en el Quijote. 

"...díole las bellotas, y más un queso que Teresa le dio por ser muy bueno, que se aventajaba a los de Tronchón. Recibiólo la duquesa con grandísimo gusto..." y también dice "Si vuesa merced quiere un traguito, aunque puro, aquí llevo una calabaza de lo caro, con no sé cuántas rajitas de queso de Tronchón, que servirán de llamativo y de despertador de la sed, si acaso está durmiendo."

Su queso es conocido internacionalmente. María Antonieta lo solicitaba de vez en cuando en la corte francesa después de que se lo diera a conocer el conde Aranda.

Para su elaboración se utiliza tanto leche de oveja como de cabra, que se cuaja mediante una especie de alcachofa silvestre conocida como hierba cuajera, una vez cuajado, se prensa en la quesera durante varias horas para después ponerlo en salmuera durante 24h. Pasado este tiempo se pasa a las cuevas, en las que permanecerá durante 5 o 6 meses y donde el moho que se genera le dará su característico sabor.






En el Centro de interpretación ubicado en edificio llamado "El Hospitalico", que se destinaba a hospital de la villa, se nos muestran detalles interesantes de las tres actividades por las que antaño era conocida la villa, la fabricación del queso, la de sombreros de pelo de conejo y la cerámica.

Con buen queso y mejor vino, se hace más corto el camino......

Bebe vino y come queso y llegaras a viejo....


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Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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