El Oro Rojo del Jiloca
“La rosa del azafrán”
Amanece en la comarca del Jiloca, las gentes del lugar con sus capachos salen al campo, van a recoger una pequeña y hermosa flor “La rosa del Azafrán”. Monreal del Campo es una localidad de la Comarca del Jiloca de Teruel, situada 929 metros de la altitud sobre el nivel del mar, a 60 km. de la capital turolense, bien comunicada con ésta por la A-23 y por N-234.
El Crocus Sativus es el nombre científico de un pequeño bulbo, que se planta de julio a septiembre y florece entre la segunda quincena de octubre y la primera de noviembre, momento en el que los campos se ven pintados de un violeta muy suave, el color del tesoro del Jiloca. Esta comarca era una de las mayores productoras de azafrán y de mayor calidad.
Amanece en la comarca del Jiloca, las gentes del lugar con sus capachos salen al campo, van a recoger una pequeña y hermosa flor “La rosa del Azafrán”. Monreal del Campo es una localidad de la Comarca del Jiloca de Teruel, situada 929 metros de la altitud sobre el nivel del mar, a 60 km. de la capital turolense, bien comunicada con ésta por la A-23 y por N-234.
El Crocus Sativus es el nombre científico de un pequeño bulbo, que se planta de julio a septiembre y florece entre la segunda quincena de octubre y la primera de noviembre, momento en el que los campos se ven pintados de un violeta muy suave, el color del tesoro del Jiloca. Esta comarca era una de las mayores productoras de azafrán y de mayor calidad.
El Crocus Sativus es el nombre científico de un pequeño bulbo, que se planta de julio a septiembre y florece entre la segunda quincena de octubre y la primera de noviembre, momento en el que los campos se ven pintados de un violeta muy suave, el color del tesoro del Jiloca. Esta comarca era una de las mayores productoras de azafrán y de mayor calidad.
Una vez recogida la flor se pasaba a esbrinar, sentados alrededor de una mesa se extendían las flores sobre ella y se procedía a separar la flor, se aprovecha únicamente los dos pequeños hilos rojos, los estambres, estos se colocaban en un cedazo al calor de las brasas para que poco a poco las hebras se fueran tostando, el resultado es el producto que todos conocemos, el azafrán.
En el presente, desde el ayuntamiento de Monreal del Campo y desde la Empresa de Productores Azafranes Jiloca, se está intentando impulsar de nuevo la producción en la comarca y convertirla en una actividad rentable.
La especia más cara del mundo, introducida en la península en el siglo IX por los árabes, que debido a su delicada manipulación continua siendo, mil años después, la causa de su elevado precio.
Todos sabemos utilizar el azafrán como condimento, lo que quizá no sepáis, por lo menos para nosotros ha sido todo un descubrimiento, es que también se hace un licor con él. En la comarca del Valle del Jiloca lo elaboran desde antiguo, es de un sabor francamente agradable, también se está innovando y se elaboran quesos, longaniza de Aragón, chocolate y otros productos.
Se sigue investigando para desarrollar productos cosméticos basados en sus virtudes medicinales; perfumes, cremas, jabones, estos últimos ya están comercializados. Productos que se venden en su mayoría en tiendas de delicatessen.
¿Sabíais que el azafrán posee propiedades medicinales? Es tónico, estimula el apetito, favorece la digestión, es sedante, combate la tos y la bronquitis, mitiga los cólicos y el insomnio, calma los problemas de dentición infantil, favorece la expulsión de gases, favorece la menstruación, también es bueno para combatir los trastornos nerviosos, espasmódicos y el asma.
El licor de azafrán también se elabora en otros lugares del mundo, en Italia existe una leyenda que dice que era una pócima amorosa que unía a dos personas que bebían de él sin saberlo.
Monreal del Campo es punto de sellado del Camino del Cid.