La Vía Verde del Bidasoa recupera el antiguo trazado del tren minero conocido como Txikito, tren que unía las localidades de Elizondo (Navarra) con Irun (Gipuzkoa), para el disfrute de los que lo recorremos hoy en día.
Transcurre en su mayor parte a orillas del río Bidasoa, del que toma el nombre, río vasco-navarro de poco recorrido frontera natural entre Irun y Francia.
La Vía Verde del Bidasoa forma parte del trazado de la ruta Eurovelo nº1 de la Red Europea de ciclo rutas, 14 rutas de larga distancia que atraviesan Europa. Una red diseñada por la Federación Europea de Ciclistas.
Comenzamos a rodar en las inmediaciones de Bera de Bidasoa, ya que habíamos dejado nuestro vehículo aparcado en las afueras, en una zona industrial.
Bera de Bidasoa posee un casco urbano verdaderamente bonito, casas típicas, flores en balcones y ventanas, y un puente medieval sobre el río Bidasoa, el Puente de San Miguel.
Nada más comenzar ya nos percatamos de que íbamos a disfrutar de los preciosos paisajes de Navarra, con los colores del recién estrenado otoño reflejados en los remansos del río.
La vía discurre paralela al río y a la carretera N-121-A, en algunos tramos el trazado orinal se ha perdido y ha sido sustituido por desvíos. Con tramos de asfalto y otros de tierra compactada; con algún cruce peliagudo y algún tramo, de poco tráfico, compartido con vehículos a motor. Siempre rodeados de un bello paisaje con bosques y prados, convirtiéndolo en un recorrido inolvidable.
Nos sorprendió gratamente encontrar, en plena vía verde, una casa rural con la entrada jalonada de hortensias, y, como si de una carta de presentación se tratara de la hospitalidad que en ella se brinda, una pequeña casita con tarjetas y caramelos de cortesía a pie de vía. La Casa Rural Alan-Zahar, en el término de Lesaka, rodeada de un paisaje encantador. La tendremos en cuenta en futuras visitas a la zona.