martes, 1 de diciembre de 2015

Ruta del Mimbre



Situados al norte de la provincia de Cuenca, entre la Alcarraria y la Serranía, se encuentran una serie de pueblos con algo en común, el Mimbre, un cultivo que en otoño tiñe de rojo los campos.






El mimbre es un arbusto de la familia del sauce, una variedad muy flexible que necesita mucha agua y aguanta fuertes heladas. Condiciones que se dan en estas tierras conquenses regadas por los río Escabas y Trabaque.









La Ruta del Mimbre engloba una serie de pueblos en los que se cultivaba antiguamente el mimbre, motor de la economía de la zona entre los años 40 y 60. Beteta, Vadillos, Cañizares, Fuertescusa, Cañamares, Priego, Villaconejos de Trabaque y Albalate de las Nogueras. 












Cañamares es, de entre todos ellos, el pueblo donde más extensión de mimbre plantado hay, teniendo el mimbre como monocultivo, siendo el productor del 80% del mimbre español y el de mayor calidad. Plantaciones que van del verde del verano, al ocre y rojo del otoño.






A finales de noviembre, dependiendo de las temperaturas, comienza la recolección del mimbre, que se puede alargar hasta abril, mientras la savia de la planta repose. Las ramas se cortan a ras de suelo para que en la próxima primavera vuelvan a brotar. Una planta de mimbre puede vivir hasta los 100 años.






Las varas de mimbre, una vez cortadas, se van engavillando para luego amontonar en Chompos o Carboneras, formando cabañas que evitan que se mojen las varillas interiores.




Se clasifica por tallas y tras varios procesos, diferentes en cada caso, se obtienen las distintas variedades de mimbre; blanco, seco y buff, mimbre cocido.


“Quien hace un cesto hace ciento, si le dan mimbres y tiempo”







Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
Si te ha gustado no olvides compartirlo en tus redes sociales    

lunes, 30 de noviembre de 2015

Los Hocinos, Martín del Río, Comarca de las Cuencas Mineras, Teruel



La provincia de Teruel no deja de sorprendernos, cuando creemos que ya la conocemos a fondo, descubrimos algo nuevo. En esta ocasión en la Comarca de las Cuencas Mineras, entre las localidades de Las Parras de Martín y Martín del Río, el río Las Parras ha labrado, a lo largo de los tiempos, un desfiladero en el que se suceden las hoces. El paraje es conocido como Los Hocinos, en él se encuentran dos saltos de agua de especial belleza, el del Pajazo y el de la Cueva de las Palomas.








Comenzamos la excursión desde la cola del embalse de las Parras, para ello tomamos una pista, en buen estado, a las afueras de Martín del Río que parte desde la N-211 y que se dirige hacia la presa (2 km+-). Una vez en el muro de la presa continuamos recto, por el margen derecho, hasta el final de la pista, donde dejamos el coche (2 km+-). Desde allí hasta la cascada del Pajazo apenas hay 15 minutos de agradable paseo por senda. La cascada del Pajazo es una caída de agua de 14 metros.















El sendero, señalizado como GR-262,  con marcas rojas y blancas, continúa aguas arriba, siguiendo el curso del río, alejándonos en ocasiones y en otras pasando sobre él: pasarelas, puentes o simples piedras nos ayudan a recorrer el trayecto.






Llegados a un punto el sendero de divide en dos, por un lado se dirige a población de Las Parras de Martín (2,1 km) y por el otro, el que nosotros tomamos, hasta la Cueva de las Palomas (0,3 km). Una preciosa caída de agua situada dentro de una cueva a la que solo se puede acceder mojándose, pero que, gracias a las pasarelas, podemos admirar desde cierta distancia.










Desde la cascada del Pajazo hasta la de las Palomas apenas hay 20 minutos caminando tranquilamente.





El regreso lo realizamos por el mismo trayecto a la inversa.

Teruel es realmente sorprendente.


Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
Si te ha gustado no olvides compartirlo en tus redes sociales    


sábado, 21 de noviembre de 2015

Peñiscola, Ciudad en el Mar



Es fuera de temporada cuando Peñiscola, líder turístico del litoral valenciano, retoma su imagen de antaño de pueblo costero de pescadores, calles estrechas y sinuosas en continuo ascenso nos llevan hasta su magnífico castillo-fortaleza. 
Sus casas, encaladas y cuidadas, están llenas de detalles con encanto. Sus playas, de fina arena, ahora abarrotadas por otro tipo de visitantes, son el lugar perfecto para dar largos paseos relajantes.







Peñiscola está situada al norte de la Comunidad Valenciana, en la Comarca del Baix Maestrat de Castellón.


Edificada sobre un peñón rocoso unido a tierra firme por un estrecho istmo, amurallada y coronada por un magnifico castillo templario, convertido en sede papal por Benedito XIII, el Papa Luna. La villa antigua sólo es accesible tras pasar por alguno de sus tres portales: el de Sant Pere, el Fosc o por la Puerta de Santa María, Les Caseres.




Tras aparcar nuestro vehículo, sin ninguna dificultad, en un gran aparcamiento en las inmediaciones del puerto pesquero, zona azul en verano, nos dirigimos hacia el Portal de Sant Pere, junto a la Muralla de la Fuente. Por la calle de las Atarazanas pronto llegamos hasta “El Bufador” una grieta en la roca por la que el agua del mar asciende, como si de una chimenea se tratara, en días de fuerte temporal. Junto a este, el primero de los miradores, y un poco más hacia arriba y antes de tomar la calle Mayor, el Museo de la Mar, de entrada libre y gratuita.




La calle Sol, la primera a la derecha tras entrar en la C/Mayor, nos conduce primero hasta la Casa de las Conchas, una casa con la fachada cubierta de conchas, y continuando, siempre en ascenso, hasta la entrada al castillo, pasando antes por el Faro.






La visita al Castillo es toda una lección de historia de su inquilino más notable. Bien conservado y ambientado, con un audiovisual muy didáctico proyectado en una de sus salas; Con unas vistas formidables, de la población, del mar, del puerto, de la Sierra de Irta y de las playas. Es visita indispensable para todo aquel que llegue a Peñiscola por primera vez. 




En el Salón del Cónclave y Mazmorra hay una exposición permanente dedicada a los Caballeros del Temple. El Castillo de Peñiscola está dentro de la Ruta Domus Templi
La entrada general al castillo cuesta 5€ e incluye la visita al Parque de Artillería y Fortificaciones, unos jardines muy cuidados con estupendas vistas del litoral y de la fortaleza desde otra perspectiva. 




Peñiscola ha sido y es, escenario y plató de películas y series de televisión. Charlton Heston cabalgó por la playa Norte interpretando al Cid Campeador, en una Peñiscola que prestó su imagen a la capital del Reino, Valencia. Este mismo año, 2015, se ha grabado parte de la sexta temporada de la serie Juego de Tronos, en el más absoluto secretismo, se cerró al tráfico el casco antiguo, tanto a vehículos como a peatones, incluso se alojó a los actores en viviendas del casco antiguo para evitar que se les viera por la ciudad.





Espectáculo digno de ver, libre y gratuito, es observar desde lo alto de la población, desde alguno de los miradores o baluartes, o desde el mismo puerto, la entrada de las embarcaciones pesqueras que regresan a puerto. Al sonido de los barcos y sus sirenas se suma el de la nube cientos de gaviotas que les acompañan.




Peñiscola está declarada Conjunto Histórico Artístico y es “Uno de los Pueblos más Bonitos de España”.


Para finalizar la jornada nada mejor que ver anochecer desde la playa Norte.



                                        ¡¡Placentero a tope!!






Peñiscola posee una amplia oferta hotelera durante todo el año, así que no os será difícil encontrar el alojamiento que mejor de adapte a vuestras preferencias.





Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
Si te ha gustado no olvides compartirlo en tus redes sociales   

sábado, 14 de noviembre de 2015

Sant Mateu, Capital Histórica del Maestrazgo.

Sant Mateu es una bonita población amurallada, llena de restos de su pasado, declarada Monumento Nacional









Los datos históricos y restos arqueológicos demuestran que antes de la época medieval ya existían asentamientos en el actual término municipal de Sant Mateu. Existen muestras de pintura rupestre levantina, restos de la Edad de Bronce y de los íberos, representados por los restos del poblado del “Tossal de Carruana”.




En época romana ya existía un asentamiento en el actual emplazamiento de la población, hecho confirmado por los hallazgos producidos el año 1925 en la calle Sto. Domingo. Este asentamiento debía de ser pequeño y estaría relacionado con el paso de la “Vía Augusta”.






En 1319 durante el reinado de Jaime II de Aragón, Sant Mateu pasó a pertenecer a la Orden de Montesa y se convierte en residencia de sus Maestres y en Cabeza del Maestrazgo.






Empieza aquí una esplendorosa época medieval en la que Sant Mateu se convierte en un importante centro comercial, ganadero y artesanal, desde donde se exportaba la lana hasta Florencia.






Su importancia política hizo que tuviese un destacado papel histórico. Se celebraron Cortes Generales del reino en varias ocasiones en los siglos XIV y XV.





La población fue visitada por importantes personajes: San Vicente Ferrer, Benedicto XIII - el famoso Papa Luna fue señor temporal de la población-, El Papa Clemente VIII y el rey Felipe II. 





En 1587, por disposición del Papa Sixto V, el titulo de Maestre de Montesa se incorpora a la Corona en la persona de Felipe II. Los monarcas delegaron su autoridad en un cargo conocido como "Lugarteniente General del Maestrazgo Viejo de Montesa o Gobernador de Sant Mateu", cargo que perduró hasta 1784.





El hecho histórico más relevante acaecido en Sant Mateu, sucedió el 15 de agosto de 1429, en la iglesia arciprestal de Sant Mateu, Clemente VIII, sucesor del Papa Luna, renunciaba al papado a favor de Pedro de Foix, sucesor del Papa Martín V, finalizando así con el Cisma de Occidente. 





Los episodios bélicos que hubo durante las guerras carlistas fueron muy destructivos para la población, que fue tomada por ambos bandos. 




Hoy en día San Mateu es una bonita población amurallada, llena de restos de su pasado, declarada Monumento Nacional. 









Se encuentra situada a 65 Km. al norte de Castellón, en la comarca del Baix Maestrat.

Sus principales vías de acceso son: la CV-10 y la N-232, carretera que une Zaragoza con Vinaroz.



Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
Si te ha gustado no olvides compartirlo en tus redes sociales    


domingo, 1 de noviembre de 2015

Vía Verde Val de Zafán I, Teruel




Desde que leímos en el Facebook de Vías Verdes -Fundación de los Ferrocarriles Españoles la noticia de la inauguración de un nuevo tramo recuperado de la Vía Verde Val de Zafán, entre La Puebla de Híjar y Samper de Calanda, que teníamos ganas de recorrerla, y como somos de los que preferimos contarlo a que nos los cuenten, pues hacia allí que nos fuimos con nuestras bicicletas.






Nos desplazamos hasta el barrio de la Estación de La Puebla de Híjar, en la comarca del Bajo Martín de Teruel, allí mismo, en la estación de Adif, situada en la plaza Reino de Aragón, se encuentra el kilómetro cero de la Vía Verde Val de Zafán, hay bastante sitio para aparcar, un jardín con parque infantil, bar y el panel informativo de la ruta.





La línea de ferrocarril  Val de Zafán unía las localidades de La Puebla de Híjar con Tortosa. El propósito inicial era que la línea férrea llegara hasta el puerto de San Carles de la Rápita, para dar salida al mar a los productos agrícolas aragoneses y el carbón de las cuencas mineras turolenses, pero esto no sucedió nunca, ya que el proyecto no llego a su fin y el tren jamás llego al mar.




Los primeros 600 metros transcurren por la carretera que va paralela a la actual línea, dirección Jatiel, un desvío, bien señalizado, nos conduce por caminos agrícolas de tierra y piedras, de uso exclusivo a usuarios de la vía verde y acceso a fincas, hasta el comienzo del antiguo trazado de la vía férrea, pasado el kilómetro 2 de la Vía Verde.





Rodeados de campos de cultivo, frutales en su mayoría, llegamos al kilómetro 3, apenas pasado este comienza una larga trinchera que nos lleva hasta el llamado Puente de la Torica, un acueducto en la acequia Gaén erigido a raíz de la construcción de la vía férrea para salvar la trinchera del trazado ferroviario. El nombre de La Torica le viene del apodo con el que se conocía la locomotora de carbón que recorría esta línea.




Le sigue un túnel, sin iluminar, con catadióptricos en las paredes que ayudan en un principio reflejando la luz natural que entra por las bocas, pero que llegados a un punto, y teniendo en cuenta que el túnel es en curva y no se ve el otro extremo, ya no ayudan mucho. Mejor llevar linternas, a ser posible de las buenas, el túnel es largo, nada más salir de él se encuentra el kilómetro 4.







Llegados al kilómetro 5 el viaducto sobre el río Martín nos ofrece una excelente panorámica de Samper de Calanda. La silueta de la monumental iglesia barroca del Salvador, un templo de planta basilical de proporciones catedralicias, sobresale del resto del pueblo.





La antigua estación de Huerta de Samper, en estado de semi ruina, conserva uno de los depósitos de agua que alimentaban la vieja locomotora la Torica. 




El trazado recuperado continúa kilómetros en duro secano, con varios pasos inferiores y puentes hasta un poco antes de la antigua estación de Puigmoreno, pedanía de Alcañiz. Un pueblo de colonos rodeado de huertas y frutales.




Con un pavimento de piedras demasiado gruesas, rampas puntuales muy pronunciadas y otras dificultades con las que nos topamos como ciclistas, la hacen, a nuestro modo de ver y por el momento, no apta para personas con movilidad reducida.

Hace algunos años recorrimos otro de los tramos recuperados de esta larga vía, entre Xerta y la Fontcalda, entonces lo titulamos “Un viaje rodado que nos salió redondo”.

                
Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
Si te ha gustado no olvides compartirlo en tus redes sociales