jueves, 8 de junio de 2017

El Sendero Encantado del Pijaral, Tenerife




Se le conoce como el Sendero Encantado, y encantados hemos quedado al recorrerlo, una vereda circular cuyo trayecto va, desde de La Ensillada, hasta el mirador Cabezo del Tejo, adentrándose por un bosque frondoso de Laurisilva, entre cabelleras de musgos y helechos gigantes, que para nosotros, que nos gusta el verde más que a un caracol, nos ha parecido una preciosidad. El sendero más bonito y exclusivo que hemos recorrido jamás, el sendero del Pijaral.








El Pijaral es una Reserva Natural Integral dentro de Anaga, la península al nordeste de Tenerife. Un macizo de más de siete millones de años, una de las zonas más antiguas de la isla. La altitud y la acción de los vientos alisios hacen de Anaga un lugar húmedo y lleno de vida, rico en biodiversidad. Con flora y fauna únicas. La Laurisilva (bosque de laurel) es una de sus joyas, un bosque subtropical con mucha humedad y temperaturas estables, un territorio muy singular. El Parque Rural de Anaga está declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. 







Al tratarse de una Reserva Natural Integral solo admite un uso público limitado, por ello hay que obtener un permiso previo para recorrerlo. Se conceden 45 autorizaciones diarias que pueden incluir hasta cuatro acompañantes por reserva, el premiso es gratuito pero obligatorio. (Reservar). 


          


Para llegar al Pijaral tomamos en un principio la carretera TF-13 desde La Laguna, dirección Las Canteras , en plena travesía de Las Canteras llegamos a un bifurcación en la que seguimos por la TF-12, dirección Taganana. Atravesamos Las Mercedes y siguiendo por la misma carretera, a 5 kilómetros, se encuentra la Cruz del Carmen, parada imprescindible, en la que se encuentra el Centro de visitantes de Anaga, además de un mirador, un bar-restaurante, capilla, parada de guaguas, aparcamiento y desde donde parten varios senderos homologados de libre acceso, incluido el Sendero de los Sentidos; un recorrido muy sencillo, a la par que bonito, parte del cual está dotado con pasarelas que facilita el acceso a personas con discapacidad motora.








El disfrute comienza ya en el trayecto, desde que dejamos atrás Las Mercedes, conforme vamos ascendiendo y adentrando en el Parque Rural de Anaga, se va incrementando la densidad vegetal de tal manera que llega a formar verdaderos túneles en algunos tramos. Una carretera de montaña, con muchas curvas, sin arcén y que en ocasiones se estrecha tanto que solo cabe un vehículo. 









A lo largo del recorrido existen varios miradores, como el de Jardina(PK-26) y el Pico del Inglés, en el punto más alto de Anaga (990 m.s.m.), para llegar a él tendremos que dejar la TF-12 y seguir por la TF-114 dirección Mirador Pico del Inglés, para luego volver atrás y retomar la TF-12 continuando dirección Taganana hasta el siguiente cruce en el que seguiremos dirección El Bailadero (con otro de los miradores) por la TF-123, pasaremos por el Albergue Montes de Anaga y en el Pk.4,8 veremos la indicación El Pijaral, llegaremos hasta la Ensillada, donde hay espacio para dejar varios coches y el comienzo del sendero, hemos llegado a nuestro destino, el Sendero Encantado.




Nada más comenzar el sendero un letrero nos avisa de la necesidad de poseer una autorización administrativa para transitar por él, y de que, la falta de la misma, conlleva una sanción de hasta 601,01€ (si, si habéis leído bien 601,01€). Nosotros llevamos la nuestra impresa por si se nos requiere, así que tranquilos y adelante, a disfrutar de la exclusividad y la soledad del bosque.





Disfrutamos de un sendero totalmente diferente, en cuanto a vegetación y paisaje, de cuantos hemos recorrido hasta la fecha. Lo más parecido que habíamos visto fue en la película de Parque Jurásico, y es que estos bosques son de la época de los dinosaurios. 









Las frondas de los helechos, que cubren por completo el sotobosque, son de un tamaño descomunal, más de dos metros de longitud, y se mueven con la suave brisa. Estos helechos, denominados Píjara, son los que dan nombre a la reserva natural.







Los troncos de los arboles (laurel, tilo, tejo...), retorcidos por los vientos, están cubiertos de musgo que forma largas cabelleras. La humedad de las nieblas, o lluvia horizontal, es constante y va calando poco a poco, el ambiente es muy fresco.








El Sendero Encantado del Pijaral no está señalizado, pero no tiene perdida, ya que no hay opción a salirse de él dada la frondosidad del bosque, encontraremos solo una bifurcación a la derecha que nos llevaría a la carretera y al final de la pista por la que regresaremos. 








El Roque Anambro es un domo volcánico, una aguja de gran altura que encontraremos en el camino, interesante por sí mismo y por las vistas que nos ofrece.









El sendero llega hasta el mirador Cabezo del Tejo, con unas vistas espectaculares, desde donde parte la pista que tomaremos para el regreso que nos lleva hasta la carretera. Una vez en el asfalto tenemos dos opciones: caminar por él unos metros y tomar el sendero que nos llevaría a la bifurcación que mencionamos anteriormente, acabando de nuevo en la Ensillada donde dejamos el coche. O bien regresar por la carretera, opción que nosotros tomamos dala la hora y la niebla que se nos iba aproximando.








Invertimos algo más de tres horas en recorrer el Sendero Encantado, dos de las cuales fueron de ida, con innumerables paradas para admirar y fotografiar el entorno, una parada larga en el mirador para retomar fuerzas y disfrutar del paisaje y el resto en la pista y la carretera hasta el coche. 









El Sendero Encantado del Pijaral es, sin duda, el sendero más espectacular que hemos recorrido nunca.


           
Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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