Sevilla sin duda es especial…
Capital de la actual Comunidad
Autónoma de Andalucía, Sevilla rezuma historia en cada rincón, en callejuelas y
alamedas, en grandes plazas y plazuelas,
en sus jardines y en sus parques. Sevilla es uno de los grandes centros comerciales del sur de España y una de las ciudades con más personalidad de todo el país, además de ser un valiosísimo centro turístico gracias a sus innumerables e impresionantes monumentos que se levantan a
orillas del río Guadalquivir…
Sevilla está situada al suroeste de la península Ibérica, a 11
metros sobre el nivel del mar, en plena vega del Guadalquivir, río navegable
que la comunica con el océano Atlántico y que fue durante siglos el principal
punto de partida de los barcos con destino a los dominios españoles de América.
Llegamos a Sevilla con el frescor de
la mañana, tras intentar aparcar nuestro vehículo sin éxito en las
inmediaciones del hotel elegido, nos dirigimos a la recepción del mismo para
preguntar, si a pesar de ser prontísimo para hacer el check-in, podríamos estacionar
el coche en el aparcamiento, a lo que nos responden con mucha amabilidad, no solo
que podemos entrar el coche sino también acceder a la habitación que ya está
preparada.
El hotel que elegimos fue el Tryp Macarena, después de consultar en TripAdvisor en donde hay opiniones de toda índole (cada cual cuenta según le va- también nosotros-), nos
decantamos por este hotel ya que se nos adaptaba por precio, situación y
acceso. Esta situado frente a las Murallas de Sevilla y el Parlamento Andaluz,
a un paso de la Basílica de la Esperanza Macarena, próximo a la isla de la
cartuja, de fácil acceso desde la Ronda Norte y cercano a la salida hacia Mérida.
Nada más salir del hotel nos dirigimos
a la estación de Sevici ubicada justo enfrente. Sevici es el nombre que recibe el sistema de
préstamo de bicicletas municipales en Sevilla, en el cual, según informan en su
página web, se pueden hacer abonos de corta duración (7
días) desde cualquiera de las estaciones repartidas por toda la
ciudad (Sevilla fue premiada
como ciudad sostenible por sus carriles bici). Tras varios intentos con diferentes tarjetas de
crédito y en diferentes estaciones sin lograrlo, desistimos.
Estación de Sevici de las muchas que hay por la ciudad ↑
El casco histórico-artístico de Sevilla es el más grande de España y uno de los tres más extensos de Europa, por lo que recorrerlo en bici hubiera sido una magnifica opción, pero, ante la imposibilidad de hacerlo
pedaleando pasamos al plan "B", b de bus urbano (1,40€
billete sencillo, bonos turísticos consultar AQUÍ)
Vistas desde la azotea del Hotel Tryp Macarena ↑
Nos dirigimos a la parada más próxima, tras consultar el mapa que nos han facilitado en el hotel y la información en la propia parada, concluimos que el C3 y el C4 serán nuestros aliados.
Nos apeamos en las inmediaciones de
los jardines de Murillo para recorrer parte del
Barrio de Santa Cruz (antigua judería), la
emblemática Calle Agua (saturada de
turistas) y los lugares más emblemáticos
de Sevilla que figuran en todas las guías como imprescindibles para todo aquel
que visite Sevilla.
Comenzamos por El Real Alcázar de Sevilla (El palacio de las mil y una noche…), Patrimonio de la Humanidad (entrada general 9,50€). Los Reales Alcázares, como también se denomina, se compone de un conjunto de palacios en los que se entremezclan diferentes estilos: musulmán, gótico, renacentista, barroco… Ha sido sede de poder y residencia real, también de la actual familia Real de España que lo utiliza en sus estancias en Sevilla, por lo que está considerado como el Palacio Real en uso más antiguo de Europa. Es su interior estancias y patios en los que deleitarse con arabescos, cenefas, tapices, cerámicas vidriadas, arcos y bóvedas, de estas últimas la más espectacular es la cúpula del Salón de Embajadores. No hay que finalizar la visita sin salir a pasear en sus inmensos jardines, con buganvillas y jazmines, y en los que no faltan fuentes y albercas.
Al salir del Alcázar, en cuya vista invertimos algo más de dos horas, nos dirigimos a la catedral (entrada adulto 8€). La Catedral de Sevilla, Patrimonio de la Humanidad, está catalogada como el mayor templo gótico del mundo y el tercero de la Cristiandad. Se construyo sobre el solar de la mezquita mayor de Sevilla, de la que se conservan restos en el Patio de los Naranjos y en los dos tercios inferiores de La Giralda. En su interior se hallan tesoros artísticos de incalculable valor. Además se custodia, en una urna de plata dorada, los restos del rey cristiano Fernando III, El Santo, que es patrón de la ciudad. También hay otro mausoleo en el que se supone que están los restos de Cristóbal Colon.
Otra de las visitas imprescindibles en la ciudad de
Sevilla es subir a La Giralda, se accede desde la catedral y con la misma
entrada. La Giralda es, nada más y nada menos, que el símbolo más universal de
Sevilla. Se trata de la torre campanario que en su día fue el alminar de la
Gran Mezquita. Su nombre lo toma de la veleta que lo corona, Giraldillo, una
figura de bronce de gran tamaño que representa la Fe victoriosa. La subida a la
torre se realiza mediante rampas (antiguamente
subían a caballo) 35 contabilizamos, acabando con un tramo final de
17 escalones. El trasiego de visitantes subiendo y bajando por las rampas es
apabullante. No hay que olvidar que la giralda es el campanario y que sus
campanas suenan a las horas, los cuartos, las medias y los tres cuartos, de
escándalo a las doce del mediodía. La panorámica de la ciudad desde el cuerpo
de campanas es sencillamente espectacular.
↑ Vistas desde la Giralda
Adosado a la catedral se encuentra el Archivo de Indias, un majestuoso edificio testigo del legado de la época de las grandes colonias, en el se codifico y registro todo el intercambio mercantil realizado en los nuevos territorios.
Tras un alto para comer, en el que aprovechamos para
refrescarnos en la piscina del hotel situada en la azotea con unas vistas
fantásticas, continuamos pateando la
ciudad (si nos cansamos o por simple capricho,
tenemos la opción de subir a un coche de caballos, los hay por doquier).
Plaza de España ↑
Retomamos las visitas con la espectacular Plaza de
España (A la mente nos vienen imágenes de Star Wars y de la Reina Amidala paseando por sus galerías). Se trata de una
enorme plaza que deja boquiabiertos a los que la visitan por primera vez por
sus monumentales dimensiones, con diferentes elementos arquitectónicos, entre
los que se encuentran unos bancos que bordean la construcción en los que hay una
representación en cerámica de cada una de las provincias españolas. Después, y en busca de sombras,
paseamos por el adyacente Parque de María Luisa (el
Central Park español) la cascada monte Gurugú, los pabellones de la
exposición universal: el Real, el Mudéjar…
Pabellón Mudéjar ↑
Extendemos el paseo hasta el margen del río para llegar
a otro de los imprescindibles, la Torre del Oro, admirando antes el costurero
de la Reina y el Palacio de San Telmo entre otros.
La Torre del Oro es otro de los emblemas de la ciudad,
fue construida con misión defensiva y es una de las últimas aportaciones
almohades a Sevilla. En cuanto a su nombre hay dos versiones. Una de ellas es
que se lo debe a que estaba recubierta de azulejos dorados. La otra hace
referencia a que en ella se descargaban los envíos de plata y oro que llegaban
procedentes de América. En la actualidad aloja un museo naval.
Cruzamos ahora por el puente de San Telmo y tomamos la
archiconocida calle Betis, en el Barrio de Triana, desde la calle Betis (llena de locales en los que saciar el apetito) hay
unas panorámicas asombrosas de la Torre del Oro, sobre todo al atardecer y con
la iluminación nocturna. Volvemos a cruzar el río, esta vez por el Puente de
Isabel II, más conocido como el Puente de Triana. En el otro margen, según
cruzamos por el puente a la derecha, se encuentra la mítica Plaza de Toros de
La Real Maestranza, taurinos o no hay que reconocer que es otro de los emblemas
de la ciudad.
Imprescindible es, creyente o no, entrar en la popular
Basílica de la Esperanza Macarena, cuya procesión en la Madrugá del Viernes
Santo levanta tantas pasiones (entrada iglesia
gratuita, museo 6€ incluye audiología).
Basílica de la Esperanza Macarena ↑
Y si algo hay imprescindible en Sevilla es tapear, callejeando nos encontramos con cientos de lugares para hacerlo, llenos de oriundos y de foráneos.
Otro de los lugares si no imprescindible si recomendable
por lo original, es el Espacio Metropol Parasol, en la Plaza de la Encarnación,
más conocido como Las Setas por su innegable parecido. En su interior se
encuentra el Mercado de la Encarnación y locales comerciales. En el subsuelo El
Antiquarium, museo que alberga los restos romanos descubiertos al hacer las
obras de rehabilitación de la plaza. En lo alto una serie de pasarelas a modo
de mirador con vistas a los cuatro puntos cardinales de la ciudad y una
cafetería, a los que se accede con un par de ascensores de pago (3€ consumición en el Gastrosol incluida).
Foto wwwsetasdesevilla.com ↑
Sevilla es sin duda una ciudad preciosa, con mucho patrimonio para visitar y como cantan Los del Río “Tiene un color especial”. Inspiradora de canciones, poemas, frases. Escenario de innumerables películas y de spots publicitarios…
No es de extrañar que los sevillanos piensen que tiene la ciudad más bonita del mundo, frases como “Quien no ha visto Sevilla no ha visto maravilla” les dan la razón.
Puente de la Barqueta ↑