lunes, 5 de noviembre de 2012

Albarracín, Teruel

Albarracín cautiva a primera vista


Si de un pueblo se ha hablado, se habla y se hablará, ese es Albarracín, un pueblo con casas abocinadas que desafían la ley de la gravedad, un pueblo colgado en la montaña.

Desde Gea de Albarracín y en menos de media hora llegamos a Albarracín.

Albarracín es uno de esos pueblos que todos conocemos, aunque sea de oídas,  pero por si acaso alguien no lo conoce, aquí van unos datos.


Esta situado a 35 km de Teruel, en los Montes Universales, en la entrada a la Sierra de Albarracín, se asienta en la gran hoz formada por el río Guadalaviar, a 1171 metros de altitud sobre el nivel del mar, con un clima extremo. Se dice por aquí que hay nueve meses de intenso invierno y tres de infierno, aunque creo que no es para tanto si se lleva la ropa adecuada como me digo una vez una amiga.

Esta considerado uno de los pueblos más bonitos de España, encontrándose en el ranking entre los diez primeros, es monumento nacional desde 1961, en diciembre de 1996 recibió la medalla de oro al merito en las bellas artes, y por su belleza ha sido propuesto para ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.



Naturaleza y arquitectura se conjugan dando forma a un paisaje cultural único.

Albarracín es uno de los pueblos medievales mejor conservados de toda España. Sus laberínticas calles, el característico color de sus casas cubiertas de un yeso rojo que se extrae en las inmediaciones y que se elabora artesanalmente en la zona, la madera y la forja, esculpen un legado histórico que conserva esta antigua taifa berebere, que fue en el pasado escenario de cruentas batallas, un pueblo con reminiscencias árabes y cristianas.


Callejear en esta población se hace imprescindible, y callejendo nos podemos encontrar con casas como la Casa de Julianeta, en la calle Portal de Molina, una de las más conocidas y creo que la más fotografiada de todo Albarracín.



Subir hasta lo alto de sus murallas de origen islámico.

 Visitar alguno o todos sus museos, dispone de cuatro y los hay para todos los gustos:

- El más divertido, el del Juguete, en el que podemos encontrarlos de todas las épocas. 

- El de la Ciudad, situado en un edificio del S.XVIII, en el se encuentra objetos y materiales procedentes de excavaciones arqueológicas realizadas en Albarracín.

- El Diocesano, que se encuentra en la catedral, en el que se exponen las piezas más significativas del arte sacro de la diócesis de Albarracín.

- La Torre Blanca, que fue refugio de Doña Blanca de Aragón y donde murió de tristeza. En la actualidad es un museo en el que se exponen obras pintóricas sobre Albarracín y también exposiciones temporales.



También os recomiendo bajar hasta el río y pasear por la senda fluvial, señalizada y habilitada, que recorre el meandro que forma río Guadalaviar que nace en la población del mismo nombre en la Sierra de Albarracín, y que se une con el Alfambra en los pies de la ciudad de Teruel, donde cambia de nombre para pasar a ser el río Turia que desemboca en Valencia.




Azorín decía:


“Visite uno de los pueblos más bonitos de España, visite Albarracín”.




Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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