sábado, 21 de julio de 2012

Torre del Rey, Oropesa del Mar



Hola, me llamo Torre del Rey, nací el 25 de septiembre de 1413 en Oropesa del Mar y no por casualidad, si no por decisión de un rey al clamor de un pueblo.

Esta que os voy a contar es mi historia.

En esos años en que el mediterráneo estaba plagado de piratas que atacaban las costas y las naves de mercaderes, las ensenadas y refugios de la costa de Oropesa les servían de escondrijo a estos rufianes. Los pobladores de estas tierras hartos de tantos ataques, suplicaron al rey de la Corona de Aragón la construcción de una torre de vigilancia, a lo que el monarca accedió, incluyendo además en la construcción una fortaleza y una capilla que dieran refugio a la población en caso de un ataque pirata.

El monarca reinante por aquel entonces, el llamado Fernando I de Antequera, accedió a mi construcción el 25 de septiembre de 1413 dando los permisos oportunos para ello, aunque la obra no finalizo hasta 150 años después.

Dada la complejidad y condiciones financieras de la corona, la obra se ejecuto a fases, empezando por la torre, financiada con limosnas dejadas en los cepillos de las iglesias y con dinero recogido por los procuradores en villas y castillos.

Los ataques piratas continuaron, el terrible Barbarroja desembarco en el cabo de Oropesa no dejando títere con cabeza. Después de esta barbarie, Don Juan de Cervellón, Señor de estas tierras, decidió reforzarme para hacerme más defensiva, aumentándome el grosor de los muros de la planta baja y construyéndome las caponeras, casi dejándome como me encuentro en la actualidad.

Después de tantos años y sacrificios que costo la ejecución de la obra, no había servido para detener los ataques, ya que las diferentes obras levantadas a mi alrededor favorecieron la creación de puntos muertos que me restaban visibilidad, por lo que se tomo un decisión drástica, se destruyo la fortaleza y la iglesia dejándome así aislada y con una visión del horizonte de 360º.

En el siglo XV era la única fortificación costera que no pertenecía a la Corona, por lo que el rey Felipe II decidió comprarme por la suma de 10.000 ducados, importante cantidad que no pudo pagar, por lo que se tubo que recurrir a la venta a plazos, este hecho es el que me dio el nombre de Torre del Rey.

Por mis características y aunque esta mal que lo diga, soy una joya única en las costas levantinas y aun me atrevo a decir más, del mundo.


Situada sobre un pequeño cabo, de planta cuadrada acompañada de dos casamatas semiesféricas superpuestas, construida en mi totalidad de sillería, de tres plantas, muros de casi cuatro metros de grosor y garitones esquinados en lo alto. Soy visitable cien por cien y libremente. En las tardes de verano, son muchos los niños que acompañados de sus padres, vienen una y otra vez a dejar volar su imaginación con aventuras de piratas, tesoros y princesas, lo cual me agrada más que lo que tuve que ver en tiempos pasados. Asedios, como el del Mariscal Suchet en la guerra de la independencia, en la que mis defensores no capitularon, pero se vieron obligados a retirarse por el mar. O mucho antes, cuando el pirata Barbarroja, el más violento y sanguinario que a surcado estos mares, ataco la población cuando se encontraba celebrando la festividad de su patrona, Ntra. Sra. del Rosario, dos fuertes galeras piratas desembarcaron y cogiendo por sorpresa a la población, saquearon casas, mataron a muchos vecinos, talaron árboles, arrasaron las cosechas y destrozaron la imagen sagrada de la virgen. El Conde de Cervellón, señor de Oropesa, después de este suceso, trasladó la imagen al convento de las Carmelitas Descalzas de Valencia. La minuciosidad y cuidado con el que las religiosas hicieron los trabajos de restauración de la imagen, motivaron que la virgen cambiase su nombre y pasase a ser llamada "Virgen de la Paciencia", que fue devuelta a Oropesa del Mar en el año 1965 (trescientos años después).

En el vídeo podéis ver más fotos, tanto del interior como del exterior de la Torre.



En la actualidad mi visión ya no es la que era, pues en los años de boom inmobiliario me rodearon de torres de apartamentos turísticos. Aunque claro, mejor eso que el malvado pirata Barbarroja, uno de los más sanguinarios corsarios que han conocido nuestros mares y los del mundo entero.

Otras torres cercanas: Ruta de las Torres Vigías 


Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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