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lunes, 30 de noviembre de 2015

Los Hocinos, Martín del Río, Comarca de las Cuencas Mineras, Teruel



La provincia de Teruel no deja de sorprendernos, cuando creemos que ya la conocemos a fondo, descubrimos algo nuevo. En esta ocasión en la Comarca de las Cuencas Mineras, entre las localidades de Las Parras de Martín y Martín del Río, el río Las Parras ha labrado, a lo largo de los tiempos, un desfiladero en el que se suceden las hoces. El paraje es conocido como Los Hocinos, en él se encuentran dos saltos de agua de especial belleza, el del Pajazo y el de la Cueva de las Palomas.








Comenzamos la excursión desde la cola del embalse de las Parras, para ello tomamos una pista, en buen estado, a las afueras de Martín del Río que parte desde la N-211 y que se dirige hacia la presa (2 km+-). Una vez en el muro de la presa continuamos recto, por el margen derecho, hasta el final de la pista, donde dejamos el coche (2 km+-). Desde allí hasta la cascada del Pajazo apenas hay 15 minutos de agradable paseo por senda. La cascada del Pajazo es una caída de agua de 14 metros.















El sendero, señalizado como GR-262,  con marcas rojas y blancas, continúa aguas arriba, siguiendo el curso del río, alejándonos en ocasiones y en otras pasando sobre él: pasarelas, puentes o simples piedras nos ayudan a recorrer el trayecto.






Llegados a un punto el sendero de divide en dos, por un lado se dirige a población de Las Parras de Martín (2,1 km) y por el otro, el que nosotros tomamos, hasta la Cueva de las Palomas (0,3 km). Una preciosa caída de agua situada dentro de una cueva a la que solo se puede acceder mojándose, pero que, gracias a las pasarelas, podemos admirar desde cierta distancia.










Desde la cascada del Pajazo hasta la de las Palomas apenas hay 20 minutos caminando tranquilamente.





El regreso lo realizamos por el mismo trayecto a la inversa.

Teruel es realmente sorprendente.


Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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domingo, 1 de noviembre de 2015

Vía Verde Val de Zafán I, Teruel




Desde que leímos en el Facebook de Vías Verdes -Fundación de los Ferrocarriles Españoles la noticia de la inauguración de un nuevo tramo recuperado de la Vía Verde Val de Zafán, entre La Puebla de Híjar y Samper de Calanda, que teníamos ganas de recorrerla, y como somos de los que preferimos contarlo a que nos los cuenten, pues hacia allí que nos fuimos con nuestras bicicletas.






Nos desplazamos hasta el barrio de la Estación de La Puebla de Híjar, en la comarca del Bajo Martín de Teruel, allí mismo, en la estación de Adif, situada en la plaza Reino de Aragón, se encuentra el kilómetro cero de la Vía Verde Val de Zafán, hay bastante sitio para aparcar, un jardín con parque infantil, bar y el panel informativo de la ruta.





La línea de ferrocarril  Val de Zafán unía las localidades de La Puebla de Híjar con Tortosa. El propósito inicial era que la línea férrea llegara hasta el puerto de San Carles de la Rápita, para dar salida al mar a los productos agrícolas aragoneses y el carbón de las cuencas mineras turolenses, pero esto no sucedió nunca, ya que el proyecto no llego a su fin y el tren jamás llego al mar.




Los primeros 600 metros transcurren por la carretera que va paralela a la actual línea, dirección Jatiel, un desvío, bien señalizado, nos conduce por caminos agrícolas de tierra y piedras, de uso exclusivo a usuarios de la vía verde y acceso a fincas, hasta el comienzo del antiguo trazado de la vía férrea, pasado el kilómetro 2 de la Vía Verde.





Rodeados de campos de cultivo, frutales en su mayoría, llegamos al kilómetro 3, apenas pasado este comienza una larga trinchera que nos lleva hasta el llamado Puente de la Torica, un acueducto en la acequia Gaén erigido a raíz de la construcción de la vía férrea para salvar la trinchera del trazado ferroviario. El nombre de La Torica le viene del apodo con el que se conocía la locomotora de carbón que recorría esta línea.




Le sigue un túnel, sin iluminar, con catadióptricos en las paredes que ayudan en un principio reflejando la luz natural que entra por las bocas, pero que llegados a un punto, y teniendo en cuenta que el túnel es en curva y no se ve el otro extremo, ya no ayudan mucho. Mejor llevar linternas, a ser posible de las buenas, el túnel es largo, nada más salir de él se encuentra el kilómetro 4.







Llegados al kilómetro 5 el viaducto sobre el río Martín nos ofrece una excelente panorámica de Samper de Calanda. La silueta de la monumental iglesia barroca del Salvador, un templo de planta basilical de proporciones catedralicias, sobresale del resto del pueblo.





La antigua estación de Huerta de Samper, en estado de semi ruina, conserva uno de los depósitos de agua que alimentaban la vieja locomotora la Torica. 




El trazado recuperado continúa kilómetros en duro secano, con varios pasos inferiores y puentes hasta un poco antes de la antigua estación de Puigmoreno, pedanía de Alcañiz. Un pueblo de colonos rodeado de huertas y frutales.




Con un pavimento de piedras demasiado gruesas, rampas puntuales muy pronunciadas y otras dificultades con las que nos topamos como ciclistas, la hacen, a nuestro modo de ver y por el momento, no apta para personas con movilidad reducida.

Hace algunos años recorrimos otro de los tramos recuperados de esta larga vía, entre Xerta y la Fontcalda, entonces lo titulamos “Un viaje rodado que nos salió redondo”.

                
Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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domingo, 25 de octubre de 2015

Laguna de Gallocanta, Teruel-Zaragoza, Aragón

Como cada año, llegadas estas fechas, se repite el espectáculo, miles de aves llegan a la península de camino a otros lugares o para quedarse a pasar el invierno.



La Laguna de Gallocanta acoge cada año miles de ejemplares, en especial a las Grullas, un ave majestuosa, de patas largas y cuello fino, que puede alcanzar 1,2 metros de altura y una anchura, con las alas extendidas, de más de 2 m. Vuelan enormes distancias y van en bandadas formando una “V”. 





Situada a caballo entre Teruel y Zaragoza, en el Sistema Ibérico, en una planicie a 1000 metros sobre el nivel del mar, con un entorno montañoso, La Laguna de Gallocanta es una de las lagunas naturales más grandes de España, Reserva Natural, declarada Zona Especial de Protección de Aves y Humedal de Importancia Internacional.







Y allá que vamos nosotros, cual equipo del Hombre y la Tierra, con una humilde compacta de bolsillo, pero con la misma concienciación ecológica de admirar y preservar la naturaleza que Félix Rodríguez de la Fuente supo inculcar en toda una generación.

¡¡Gracias amigo Félix!! 





Comenzamos la visita acercándonos al Centro de Interpretación de la Laguna de Gallocanta, el situado en la población de Gallocanta, Comarca de Daroca, Zaragoza, centro que también alberga la oficina de comarcal de turismo.

Hay otro Centro de Interpretación en la provincia de Teruel, en Bello, Comarca del Jiloca.




Tras la visita al centro en el que, además de paneles explicativos, reproducción de aves y su habitad, audiovisual, etc., posee, en la segunda planta, una enorme cristalera encarada a la laguna con prismáticos a disposición de usuario. Entrada general 2€.






Ya con el mapa y la información facilitada por el personal del centro, nos acercamos hasta el primero de los observatorios. 
Hay distintas rutas y varios observatorios, la vuelta completa a la laguna es de 33 kilómetros, se puede recorrer caminando, en coche y en BTT. Está señalizado y son caminos y senderos en buen estado, con excepciones puntuales, barrizales mayormente.

El mejor punto para ver la llegada de las Grullas a sus dormideros al atardecer, según nos informaron en el centro, es el cerro de la ermita del Buen Acuerdo, momento excepcional para los amantes de la fotografía, los ornitólogos, aficionados o curiosos.




Nosotros con poca luz, en movimiento y con nuestra humilde cámara, no pudimos hacer otra que observar y disfrutar el momento con los sentidos. 
Contemplar al amanecer y al atardecer, la salida y la entrada de las aves de sus dormideros, con sus siluetas dibujadas en el cielo, es un espectáculo de belleza única.


Gallocanta es punto de sellado del Camino del Cid.




Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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jueves, 17 de septiembre de 2015

Ródenas, un pueblo de rodeno. Comarca de la Sierra de Albarracín, Teruel.


En perfecto mimetismo con el paisaje, asentado sobre areniscas rojas, se encuentra Ródenas, el corazón del rodeno.

Ródenas está situado a 1367 m. altitud, formando parte, junto a cuatro municipios más; Pozodón, Bezas, Tormón y Albarracín, del Parque Cultural de Albarracín, dentro de la Comarca de la 
Sierra de Albarracín, en Teruel.





Haciendo honor con su topónimo al paisaje que lo rodea, al lugar en el que se asienta y a las piedras con las que están construidas casas, iglesia, fuentes y la mayor parte de elementos que componen el pueblo, todos ellos en piedra de rodeno, Ródenas es, el corazón de la arenisca roja.




El antiguo horno alberga en la actualidad el Centro de interpretación “Los encantos del rodeno” en el que se ofrece información y se explican diferentes aspectos sobre estas peculiares rocas rojizas.




La iglesia de Santa Catalina, parroquia del pueblo, es un templo gótico renacentista, de una sola nave con siete capillas, una de las iglesias más importantes de su época en la comarca. 





El entramado urbano está salpicado de casas solariegas que se entre mezclan con construcciones modestas, algunas de ellas con rincones con mucho encanto.






Uno de los elementos más peculiares de Ródenas es el Aljibe árabe, situado en la parte alta del pueblo, construido con grades losas y coronado por una torrecilla rematada con una cúpula de hierro calado.




Otro de los elementos singulares de Ródenas es el lavadero, compuesto por una serie de piletas individuales, de diferentes tamaños, labradas de una sola pieza en grandes rocas. El Lavadero “El Navajo”, que es como se le conoce, está situado a las afueras del pueblo, en la carretera que lleva a la localidad alcarreña de Tordesilos.





Desde Ródenas no hay que dejar de visitar el castillo de la vecina localidad de Peracense, a tan solo tres kilómetros. Un castillo camuflado perfectamente entre los pedruscos de rodeno. Uno de los castillos más bellos y desconocidos de Aragón.



















Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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sábado, 12 de septiembre de 2015

Uno de los Pueblos más bonitos de España; Anento, Campo de Daroca, Zaragoza.




Anento es un municipio de la provincia de Zaragoza, situado a 921 m. de altitud, en el Campo de Romanos, una comarca natural acaballo entre las comarcas Campo de Daroca (Zaragoza) y del Jiloca (Teruel), en el que podemos disfrutar de naturaleza y arquitectura popular.






El acceso más fácil y cómodo a la población de Anento es por la A-23, tomando la salida 206 Lechón/ Anento y siguiendo durante 5 km. las indicaciones hasta la misma, aunque nosotros llegamos procedentes de Báguena por un camino de tierra, de estado aceptable, que une ambas poblaciones. 







Lleguemos por donde lleguemos iremos a parar a la plaza del árbol de piedra, plaza en la que se encuentra la oficina de turismo; panel informativo, mapa de la zona y las primeras indicaciones hacia el Aguallueve.





Tras el paseo de rigor por el casco urbano de Anento, que los anentinos tienen bien cuidado, con casas pintadas en colores ocres y tierras,
 con calles y escaleras empedradas, pueblo que ostenta el título de “Uno de los Pueblos más bonitos de España”, nos dirigimos hacia el paraje antes citado, el Aguallueve.




El Aguallueve, como ya os habréis imaginado por el nombre, es un paraje natural, de aguas constates, el nombre hace referencia a la forma en cómo se precipita el agua por el escarpe pétreo, tal cual como si lloviera. El fluir constate de agua ha facilitado el crecimiento de musgos y helechos.




El trayecto comienza en la plaza del árbol de piedra, Plaza del Pilón, y se dirige por la calle Valenzuela, dejando un área recreativa a la izquierda y pasando a los pies de la iglesia de San Blas (de
 origen románico), hacia las últimas casas del pueblo, siguiendo por el camino que lleva a las huertas, un camino de tierra que se va estrechando conforme avanzamos, agradable, con poco desnivel y con mucha sombra. Al poco veremos unas escaleras que se desvían a la izquierda para subir al castillo, nosotros continuamos recto hasta llegar a una original fuente con un par mesas familiares. 






Tras dos desvíos sucesivos a la izquierda, comienza un tramo empedrado que nos lleva hasta las escaleras que dan acceso a la balsa del Aguallueve.






El sendero está señalizado e
n todo momento, por lo que no tiene perdida, el recorrido es de unos 2 km. de ida y otros tantos de vuelta.










El regreso lo podemos realizar por el mismo camino a la inversa o bien continuar por el sendero que bordea la balsa (en la que está prohibido bañarse), haciendo el recorrido circular, en cuyo caso podremos ver los restos de un torreón celtíbero y un peirón, llegando de nuevo al pueblo.






En la carretera de acceso de Anento se encuentra el desvió hacia los restos del castillo; una zona recreativa entre pinos dotada con mesas, contenedores, indicaciones hacia el Aguallueve y una fuente un tanto peculiar.











 

Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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