jueves, 30 de agosto de 2018

Reserva Natural Marina de las Islas Columbretes, Castellón



Frente a las costas de Castellón, a tan solo 30 millas náuticas, se encuentra uno de los tesoros más desconocidos de la Comunitat Valenciana, uno de los espacios de mayor interés ecológico del Mediterráneo, un paraje natural inigualable. Unas islas alejadas del típico tópico de sol y playa. Un pequeño archipiélago de origen volcánico que fue declarado Parque Natural protegido y posteriormente Reserva Natural Marina de las Islas Columbretes.




Las Islas Columbretes están formadas por una serie de islotes y escollos de origen volcánico agrupados en cuatro conjuntos, cada uno de los cuales toma el nombre de la isla más grande de cada grupo; L'Illa Grossa, es la mayor del archipiélago y la única que ha sido habitada, la Ferrera, la Foradada y el Carallot. Su nombre, Columbretes, proviene del latín Colubraria, en alusión a la gran cantidad de culebras y serpientes que en la antigüedad habitaban estas islas. Por ellas han pasado: romanos, griegos, navegantes, piratas, contrabandistas, científicos, militares y pescadores en busca del refugio que ofrece la bahía natural de la Grossa.



Desde mediados del siglo XIX hasta 1975, año en que se automatizó el faro, los únicos habitantes fueron los fareros y sus familias, aconteciendo nacimientos y también defunciones. De aquella época, además del faro, queda un cementerio, las casernas, donde hoy en día viven los guardas de la Reserva, una pequeña capilla con la Virgen del Carmen, restos de los huertos, los aljibes, dos de los cuales se siguen utilizando, y las escaleras labradas en la piedra que llegan hasta el mar.




Desde su declaración en 1988 como espacio protegido de la Comunitat Valenciana, se puso fin a décadas de infortunio: bombardeos, visitas y prácticas sin control, lo que supuso un antes y un después para estas islas. Protegiendo, tanto la superficie emergida como la sumergida, mucho mayor, con especies vegetales y animales endémicas de las islas, como la lagartija de las Columbretes o el mastuerzo marino de Columbretes (lobularia maritima ssp columbretensis). El archipiélago está declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) e incluye una microreserva de flora. Praderas de fanerógama y el mayor bivalvo del mediterráneo, la nacra, e incluso el coral rojo, tienen presencia en la zona sumergida, la más y mejor conservada de nuestros fondos marinos.



A día de hoy las visitas están reguladas, con un cupo fijado en 78 personas al día, ampliándose hasta 120 los fines de semana y festivos de julio y agosto, compaginando la protección con las visitas turísticas.




La visita se debería de comenzar en el Centro de Visitantes de la Reserva Natural de las Islas Columbretes, situado en el sótano del Planetario, en el Grao de Castellón, donde además de la información sobre el valor del espacio natural protegido, se da a conocer la historia humana y la influencia de estas islas en la gente del mar. La exposición está dividida en cuatro módulos representados por fareros, científicos, pescadores y guardas.





Para visitar las islas existen empresas que organizan excursiones con salida desde los puertos de Peñíscola, Oropesa del Mar, Burriana y Castellón. Las Columbretes están situadas a algo menos de 60 kilómetros de la costa de Castellón, por lo que el trayecto, dependiendo del puerto de salida y del tipo de embarcación, suele durar entre dos y tres horas de navegación. Las excursiones están programadas para todo el día, saliendo a primeras horas de la mañana y regresando por la tarde. Ellos mismos gestionan el permiso para desembarcar en el Puerto Tofiño, en l'Illa Grossa, y hacer la visita, que siempre es guiada. El acceso a la isla se realiza por unas escaleras de mucha pendiente. Una vez en tierra, los guardas o técnicos de la Reserva Natural, guían al grupo por el único itinerario posible, desde el puerto hasta el faro, situado en la parte más alta de la isla, a 67 metros sobre el nivel del mar, un recorrido de 800 metros, corto, pero que suele coincidir con las horas centrales del día, por lo que el nivel de radiación solar es máximo. En Columbretes no hay sombras, ni agua potable, ni esta permitido comer o pernoctar en tierra.




Las excursiones suelen incluir tiempo para bañarse y bucear a pulmón en Puerto Tofiño. Se suele dar una vuelta con la embarcación por archipiélago, acercándose a las otras islas lo máximo permitido y sin desembarcar. La comida se realiza abordo, incluida en el precio o no dependiendo del paquete contratado, y se pueden comprar bebidas frescas en el barco.



Para hacer submarinismo en la Reserva Marina se requieren de permisos previos. Hay empresas que ofrecen este tipo de servicio y alquiler de material.





Nuestra excursión nos costo 60€ por persona, sin comida, con salida y llegada en el Puerto Deportivo de Oropesa del Mar, al cual llegamos en bicicleta por la Vía Verde del Mar pedaleando al amanecer.








Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
Si te ha gustado no olvides compartirlo en tus redes sociales