viernes, 9 de octubre de 2015

Vía Verde del Irati


La Vía Verde del Irati es otra de las Vías Verdes que recorrimos en Navarra, la más pequeña, en kilómetros, que no en belleza. 






Como todos sabéis nos gustan las Vías Verdes, trazados de ferrocarril en desuso con suaves pendientes que, en su mayoría, nos adentran en parajes y paisajes que de otra manera serian de difícil acceso en bicicleta, por no decir imposible. Este es el caso de la Vía Verde del Irati, cuyo recorrido se adentra en la Foz de Lumbier.






El Irati fue el primer tren con tracción eléctrica de la España, cubría el trayecto Pamplona - Sangüesa para transportar la madera extraída de los bosques del Pirineo y también trasladar pasajeros. Tan solo 6 kilómetros de aquel itinerario, entre Lumbier y Liédena, están acondicionados como vía verde. 




El tramo más espectacular es la Foz de Lumbier, un cañón de kilómetro y medio labrado en la piedra caliza por el río Irati, río navarro que nace en la Selva de Irati y que aporta sus aguas al Aragón.

El desfiladero de la Foz de Lumbier, está declarado Reserva Natural para preservar la flora y la rica variedad de especies de aves roqueras: buitre leonado, águila, alimoche, halcón… 








Comenzamos el recorrido desde el aparcamiento que hay junto al merendero, a las puertas de la garganta, en el extremo de Lumbier. Está señalizado desde el pueblo y dotado de mesas, bancos y fuente.




El primer tramo de asfalto pronto se convierte en tierra compactada, al tiempo que se va adentrando el cañón. En el cielo sobrevuelan las aves, de grandes alas que vuelan en círculos. Hay una importante colonia de buitres leonados en la Reserva Natural y es fácil verlos posándose en los riscos.






Todo el camino está jalonado de postes que delatan el pasado de esta vía, paralela al río Irati que nos acompaña. Pronto llegamos al primero de los túneles, corto y sin iluminar. Tras unos metros pedaleando llegamos al segundo túnel, mucho más largo (200m) y en curva, sin iluminar. En la zona central, y por un momento, se circula a oscuras, hay que extremar las precauciones, aun más si cabe, ya que son muchos los peregrinos del Camino de Santiago que circulan por él. A la salida, las ruinas del desaparecido puente del Diablo.








Liédena es el final de la ruta, conserva varias infraestructuras: la estación, los andenes, almacenes y las viviendas del personal.






Sin duda alguna un recorrido recomendable, tanto andando como en bicicleta.

Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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Vía Verde del Irati

Vía Verde Val de Zafán