sábado, 22 de febrero de 2014

Parque Natural del Cañón del río Lobos y ermita de San Bartolomé, Soria


En la provincia de Soria, a escasos quince kilómetros de El Burgo de Osma, donde la cordillera ibérica se separa de la meseta del Duero, en el pequeño pueblo de Ucero, se sitúa el punto de partida de nuestra ruta por el Cañón de río Lobos. Un paraje situado al noroeste de la provincia que se prolonga a lo largo de 25 kilómetros, desde Ucero hasta Hontoria del Pinar, ya en tierras burgalesas. Declarado Parque Natural y Zona de Especial Protección para la Aves, y que, por la espectacularidad de su relieve, está considerado como uno de los paisajes más bellos de España.



Siguiendo por la carretera que va de Ucero a San Leonardo de Yagüe, la SO-920, a poco más de dos kilómetros del pueblo, en una curva y pasado un puente sobre el río, se encuentra el desvío que, por pista asfaltada, nos adentra por el Cañón del río Lobos




A nuestra izquierda, en el margen opuesto del río, vemos un restaurante al que no se puede acceder, ya que hay que vadear el río y este baja muy crecido. También, junto a la pista, un merendero público; con mesas y barbacoas que está anegado por el agua. 



Seguimos por la pista paralela al río y encontramos una primera zona acondicionada como aparcamiento, que, en nuestra visita, se encontraba inutilizada por tala de árboles, así que continuamos hasta un segundo aparcamiento que hay más adelante. El parquin está organizado; con aforo para 108 coches, 2 autobuses, plazas reservadas para el personal del parque, 2 plazas para minusválidos, contenedores de basura, fuente, un mapa de la zona y senderos, y las flechas correspondientes para seguirlos. Desde aquí, hasta la ermita, solo hay 1 kilómetro caminando y hasta el Puente de los Siete Ojos, 9,2km.




Vamos bordeando el río y aunque parece ser que está preparado para vadearlo, no nos es posible, pues, como ya hemos visto en la entrada, va desbordado. Paredones calizos de gran altura nos acompañan, el sendero transcurre entre sabinas y pinos laricio, el silencio, solo roto por el murmullo del agua, los pájaros y los ruidos propios del bosque, son nuestros únicos compañeros en la marcha. De repente, en un ensanchamiento del cañón, en un enclave de gran belleza, surge, protegida por enormes rocas, una enigmática construcción de estilo románico, construida por los caballeros de la Orden del Temple en el siglo XII, la ermita de San Bartolomé. Dice de ella Ángel Almanzán, en su libro “Por tierras de Soria, La Rioja y Guadalajara”:

«En un meandro del río Lobos, protegida por cantiles enormes, con el buitre leonado como vigilante eterno y psicopompo desde la época celtíbera, con una enorme cueva donde oficiar los Misterios de la Magna Mater, y asentando sus cimientos en la firme roca, se encuentra uno de los Centros del Mundo más misteriosos de Europa: la ermita de San Bartolo, antiguo templo del monasterio templario de San Juan de Otero. Todo él es de sillería, para que las energías sutiles no se dispersen y puedan concentrarse y favorecer a todo Peregrino del alba que busque la Gnosis. Tiene este templo muchas similitudes con San Juan de Duero (Soria): planta en cruz latina, hastiales rematados en triángulos, románico tardío y protogótico »




Esta ermita templaria formaba parte de los mil caminos de Santiago, pero tenía una particularidad especial, y es que formaba parte del centro telúrico, dicen que las piedras que la rodean tienen un magnetismo y una energía especial.




Junto a la ermita hay una gran cueva, un gran orificio, en el que al parecer hay alguna pintura rupestre que nosotros no vimos, tampoco es que recorriéramos la cueva entera, ya que manaba agua por los cuatro costados. También es muy interesante el llamado balcón, un mirador natural excepcional que se encuentra en el mismo paraje y de fácil acceso, con vistas a los dos lados del meandro.


Siguiendo por el puente de madera, situado detrás de la ermita y frente a la cueva grande, el camino continúa 8km. hasta el Puente de los Siete Ojos, de camino la cueva Galiana y algunas más. Camino que no recorrimos y que queda pendiente para una próxima escapada.




Siguiendo por la misma carretera, SO-920, en dirección San Leonardo de Yagüe, en el kilómetro veinte y después de subir un pequeño puerto, hay un interesante mirador con unas impresionantes vistas del desfiladero. Esta muy bien señalizado, con aparcamiento y paso de peatones, se llama Mirador de la Galiana.




En el pueblo de Ucero se pueden contemplar los restos de su castillo templario del siglo XII, atalaya con interesantes panorámicas sobre los cursos de los ríos Ucero, Lobos y Chico. Esta localidad constituye la entrada sur del Parque Natural del Cañon del río Lobos y a las afueras del pueblo está situada la Casa del Parque.




Cualquier época del año será propicia para visitar el Cañón del río Lobos, aunque sin duda, es mejor hacerlo en días de diario, cuando la afluencia de visitantes es menor y el disfrute de la naturaleza se multiplica.


Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
Si te ha gustado no olvides compartirlo en tus redes sociales