jueves, 19 de septiembre de 2013

Trujillo, Cáceres

Si las piedras hablaran…

Cuántas veces hemos oído o dicho esta breve frase, pues bien, en Trujillo, las piedras hablan, y hablan de historia, de arte, de conquistas…




Trujillo es una ciudad monumental de la provincia de Cáceres, en la comunidad autónoma de Extremadura, en España. Tierras con un clima muy extremo, con inviernos muy gélidos y veranos muy calurosos, lo que convierte a la primavera y el otoño en las estaciones ideales para su visita.





Está situada sobre una colina de granito, a 586 metros de altitud. Su fundación se pierde en el tiempo, se dice que incluso pudo ser fundada por el mismísimo Julio César; los romanos la llamaron Turgalium, los árabes Torgiela y los castellanos Truxellum.

El nombre de la ciudad de Trujillo va, inevitablemente, unido a nombres de conquistadores; Francisco Pizarro, fundador de Lima; Francisco de Orellana, el primer europeo que vio el río Amazonas; García de Paredes, fundador de la homónima ciudad de Trujillo, en Venezuela; Nublo de Chávez, fundador de Santa Cruz de Bolivia; Francisco de las Casas y un largo etcétera de capitanes y hombres que participaron en la conquista del nuevo mundo.






De Trujillo nos sorprendió, la primera vez que llegamos a ella, su enorme Plaza Mayor; presidida por una estatua ecuestre del conquistador más famoso de la ciudad, Francisco Pizarro; con  soportales y escaleras, rodeada de enormes mansiones señoriales, como las de Orellana y Juan Pizarro, la de los Hinojosa, la de los Bejarano, la de los Piedras-Alba, la de los Vargas Carvajal o la de los Chaves-Mendoza, la Casa de las Cadenas y un largo etcétera de casas y palacios repartidos por sus calles adyacentes, algunos de ellos convertidos en regios hoteles, como el Palacio de Santa Marta. Iglesias, como la de Santa María la Mayor; la de Santiago, de San Martín o el convento de Santa Clara, convertido en Parador de Turismo.






Trujillo posee un recinto amurallado coronado por un castillo de origen árabe, de clara hechura militar, desde el que se domina todo el territorio.





Tras la conquista de América Trujillo alcanzo su máximo esplendor, los conquistadores trajeron gran cantidad de riquezas y tesoros que invirtieron en la villa, construyeron magníficos palacios y dieron un gran impulso arquitectónico. Un patrimonio de enorme valor histórico y artístico que ha hecho de esta ciudad cacereña una de las más bellas y visitadas de Extremadura.


En el casco histórico de Trujillo las piedras de calles, caminos y edificios nos hablan de historia a cada paso…

Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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